Hay películas que nacen como una respuesta a su éxito en Internet, y los estudios Nikodemo arrasan en la red con su serie satírica de superhéroes «Cálico Electrónico», así que se han decidido a sacar la animación flash de las pantallas de los ordenadores para llevarla por primera vez a las de los cines. El resultado, como el de todo experimento con gaseosa, puede ser chocante. Más aún, cuando la estridente forma va a unida a un contenido deliberadamente provocador. La canción «Hijo de puta más» se ha convertido ya en un himno alternativo a los pucherazos eurovisivos y las canciones del verano, siendo la más descargada en estos días. La cantan los geniales cómicos Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla, creadores de «La hora chanante» y «Muchachada Nui», verdadera revolución en el humor absurdo, hasta ahora minoritario, pero que va ganando adeptos. Sus voces, unidas a las de actores más conocidos, inciden en la línea irreverente que ya contaminó el mundo del largometraje animado a partir de «South Park». No es exactamente animación para adultos, pero en cuanto a la clasificación por edades sí lo es, porque la abundancia de palabras malsonantes así lo impone. De esta manera la actitud gamberra encuentra su sitio en la cartelera, de la mano de una idea de Pedro Rivero que comenzó dentro de una tira cómica de prensa y ha ido creciendo como perversión de las fábulas animales de Disney.