«Debemos ser capaces de hacer un debate de ideas en la UPV»
Un grupo de profesores, investigadores y trabajadores de la administración y servicios de la UPV/EHU ha impulsado, en el contexto de las elecciones a rector de esta Universidad, que se celebrarán el próximo jueves, la iniciativa «Una Universidad para Euskal Herria. Nuestra meta», donde abogan «por una universidad pública autónoma y de calidad».
Oihana LLORENTE |
En vísperas de las elecciones al rectorado de la UPV, un grupo de profesores, investigadores y trabajadores de la administración ha presentado un manifiesto en el que se plantea como meta una Universidad para Euskal Herria. La iniciativa, que cuenta ya con cientos de adhesiones, invita al equipo de Juan Ignacio Pérez, único candidato a las elecciones a rector del próximo jueves, a adherirse a sus planteamientos.
El manifiesto ha cosechado ya numerosas adhesiones. ¿Cómo valoran la aceptación que ha tenido esta iniciativa?
AMAIA ANDREU: Nos parece muy positivo que tanto el PAS como el Profesorado no se limiten a ser un mero «voto» en las elecciones y que participen con nombre y apellidos a la hora de reivindicar cual es el papel que debe desarrollar la UPV/EHU. El hecho de que entre las firmas haya personas de la mayoría de Facultades, así como de todos los campus, indica que estas reivindicaciones están muy compartidas por las trabajadoras y trabajadores en la universidad.
Entre los integrantes de esta plataforma de trabajadores se encuentra Iñaki Antigüedad, que disputó hace cuatro años el rectorado, logrando además logró un gran respaldo y el segundo puesto. ¿Por qué cuatro años más tarde este sector crítico de la universidad no va a optar a la elección?
KOLDO CALLADO: Hace 4 años no queríamos que nuestras ideas se diluyesen en un mercado electoral, y vimos que el formato ideal era presentar una candidatura al rectorado. En este momento en el que se están dando pasos para la adecuación de la UPV/EHU a lo que se llama el «Espacio Europeo de Educación Superior» (EEES), hemos considerado que el debate había que plantearlo en el ámbito de la participación. Nos parece que en un momento tan crucial como el actual, más que jugar en un terreno donde la participación del alumnado, del PAS y de un número significativo del profesorado está ninguneada, debemos ser capaces de hacer un debate de ideas y de intentar que las mismas tengan su plasmación en la realidad de la UPV/EHU.
Desde un primer momento se han presentado como una plataforma de trabajadores. ¿Los estudiantes no tienen cabida en esta iniciativa?
K.C.: Esta plataforma coincide con muchas reivindicaciones del movimiento estudiantil. El problema es que a la hora de articular formas de expresión, debate y lucha, en el ámbito laboral o en el ámbito estudiantil no siempre se coincide. Los estudiantes están muy rebotados con Bolonia, ya que se preveen cambios estructurales y no se tiene en cuenta su opinión.
A.A: Estamos de acuerdo con el análisis general que hace el movimiento estudiantil, pero nuestra situación, grado de implicación y mecanismos de actuación, son diferentes. Nuestra lucha es una carrera de fondo. El movimiento estudiantil va al sprint.
Además de cosechar apoyos, buscan lograr que el equipo de Juan Ignacio Pérez se adhiera a estos planteamientos. ¿El sentido del voto está marcado por la postura que pueda tomar?
K.C: No creemos en adhesiones fáciles. Juan Ignacio Pérez ha presentado su programa y es lo que va a mantener. Un programa, además, que no plantea cambios, sino continuidad con la gestión realizada hasta ahora. En cualquier caso, el candidato a rector es consciente de nuestras reivindicaciones, que vamos a exponer de nuevo en el Claustro del día 20 y a las que deberá responder. Por otra parte, las propuestas que realizamos en el manifiesto no son objetivos de un día, se trata de irlos desarrollando día a día, antes y después de las elecciones.
Pérez lleva ya cuatro años al frente de la UPV/EHU, ¿cual es el balance de su gestión? ¿Salaburu,Montero y ahora Pérez, existen diferencias sustanciales o sólo de forma?
K.C.: El actual rector ha dedicado demasiado tiempo a solucionar los problemas financieros de la universidad y no ha dado respuesta a las reivindicaciones que le planteamos hace 4 años, y por eso se las volvemos a recordar. Esto no quiere decir que ciertos problemas no se hayan desatascado, y son elementos que seguramente le diferencian respecto a la gestión realizada por los anteriores rectores. En lo que no ha habido ningún cambio es en las relaciones entre el rectorado y el alumnado, no ha sido capaz de abordar una mayor interlocución con el alumnado y ha utilizado vías represivas que nos recuerdan épocas pasadas.
En el documento defienden una red de universidades de Euskal Herria y que se promueva el euskara como lengua prioritaria. Estas reivindicaciones no son nuevas ¿por qué no se avanza en este sentido?
AA: En relación a una red de universidades de Euskal Herria vivimos al ritmo de lo que marca la clase política, las universidades no han sido capaces de dar pasos en este sentido.
K.C: Respecto al euskara, está claro que en las áreas estratégicas de la UPV/EHU sigue siendo una lengua de traducción, no se le reconoce el estatus de lengua oficial. Creemos sinceramente que el euskara debe abarcar toda la vida universitaria.
El proceso de Bolonia está dando mucho que hablar tanto en las aulas como fuera de ellas, pero la crítica más sonora es la falta de espacio para el debate. ¿Que opinan de este proceso y de su aplicación?
K.C.: Bolonia es un proceso impulsado fundamentalmente por los Estados europeos. Situarnos en Europa puede ser bueno, pero no podemos obviar el modelo de construcción europea que se está llevando a cabo. Se pretende privatizar los servicios públicos u orientar toda la enseñanza a las necesidades del mercado. Pero, al mismo tiempo, se plantean cambios que son importantes y pueden suponer una mejora en las metodologías de enseñanza y práctica docente.
A.A: En la Universidad existen posiciones contrarias a Bolonia desde puntos de vista muy diferentes. El alumnado lo ve como una imposición neoliberal, mientras que sectores del profesorado, se aferran a la mal llamada «libertad de cátedra» para no realizar ningún esfuerzo de innovación pedagógica. Por nuestra parte, a pesar de los riesgos de Bolonia, y haciendo frente a ellos, apostamos por un cambio del modelo de universidad actual. Por eso creemos importante abrir un debate en torno a esas cuestiones; qué puede ser aprovechable, qué no, qué hay que combatir. Nuestro objetivo sí es una universidad en el marco europeo, pero que tenga como base ser un servicio público a favor del desarrollo cultural, económico y social de Euskal Herria.
«Los firmantes del manifiesto sólo se han comprometido con la demanda de «Una Universidad para Euskal Herria», cada firmante adoptará la posición de voto que considere oportuno» .
«Nuestro objetivo sí es una Universidad en el marco europeo, pero que tenga como base ser un servicio público a favor del desarrollo de Euskal Herria».