Bruselas espera «hacer más eficaz» la PAC con sus propuestas de reforma
La Comisión Europea (CE) aprobará el martes en Estrasburgo sus propuestas para revisar la Política Agrícola Común (PAC) y hacerla «mejor y más eficaz», según la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pía Ahrenkilde. La PAC es la política que más absorbe del presupuesto comunitario y para este año tiene destinados 55.800 millones de euros, la mitad de las cuentas de las UE. Según sus impulsores, se busca adaptar las medidas de mercado a la situación mundial
GARA |
El Ejecutivo comunitario hará público su proyecto legislativo sobre la revisión o el «chequeo médico» de la PAC, cuyos debates empezaron el pasado mes de noviembre y que prevé medidas como una reducción de las ayudas directas o una supresión gradual de las cuotas, para eliminar estos cupos en 2015. Así, empezará la negociación real entre los estados para la reforma agrícola, con el objetivo de que sea consensuada el próximo mes de noviembre, momento en que el Estado francés ejercerá la presidencia rotatoria semestral de la UE.
La portavoz del Ejecutivo comunitario, Pía Ahrenkilde, ha subrayado que los fines de la reforma, que propondrá la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, son «hacer más eficaz y más simple» el pago de ayudas a los productores, adaptar las medidas de mercado a la situación mundial y responder a retos como el cambio climático o la gestión del agua. Bruselas baraja recortar hasta un 13% las ayudas directas, y en un porcentaje superior a los grandes terratenientes, con el fin de destinar ese dinero a otras políticas rurales, según un borrador que no será definitivo hasta el martes.
Recorte de ayudas
La PAC es la política que más absorbe del presupuesto comunitario, casi la mitad o 55.800 millones de euros (para 2008), con el Estado español como segundo receptor (6.681 millones en 2006).
La CE planteará elevar la llamada «modulación», es decir, el recorte de las ayudas directas para destinar ese dinero a planes de desarrollo rural (cofinanciados por los estados), que ahora se aplica al 5% de los apoyos, para los productores que perciben ayudas por más de 5.000 euros. Propondrá que a partir de 2009 ese recorte crezca un 2% anual, de forma que se situaría en el 13% en 2012.
Las reducciones que proyecta Bruselas ascenderían en 2012 al 16% de la ayuda para los que obtienen subsidios entre 100.000 y 200.000; al 19% para los que perciben entre 200.000 y 300.000 y al 22% para los que reciben más de 300.000.
La CE persiste en querer desligar lo máximo posible las ayudas de la obligación de producir y convertirlas en lo que se conoce como «pago único», es decir, ayuda por superficie o hectárea, independiente de la cantidad producida o cosechada.
En el caso de las cuotas lecheras, insiste en que este sistema termine definitivamente en 2015 y entre tanto, «quiere ayudar a los productores con medidas transitorias, como un incremento gradual de esos cupos», pero aún no ha consensuado en qué porcentaje.
Por otro lado, Bruselas busca eliminar la intervención para el trigo duro, arroz y carne de cerdo dada la situación actual en los mercados.
La CE quiere que el sistema de cuotas lecheras finalice definitivamente para 2015. «Entretanto, quiere ayudar a los productores con medidas transitorias», según el borrador.
La Confederación Sindical Internacional (CSI) exige a los gobiernos que adopten soluciones de emergencia para «compensar el drástico aumento del precio de los alimentos». Para ello, la organización sindical propone conceder préstamos a los países en desarrollo que lo necesiten, al tiempo que reclama a las autoridades la financiación de programas que suministren alimentos básicos a bajo costo. En opinión del secretario general de la CSI, Guy Ryder, existe la oportunidad de renovar por completo «las desastrosas políticas» que han dado lugar a esta crisis. Considera que deben atajarse desde la raíz para poder acometer una reforma y una reglamentación eficaz que sea capaz de ofrecer empleos decentes. Gran parte del sistema agrícola mundial sienta sus bases en «salarios miserables y en la violación de los derechos fundamentales de los trabajadores», apuntó, mientras vaticinó que no podrá encontrarse una solución duradera a menos que se corrija «la insoportable vulneración de los derechos» de los trabajadores en la agricultura. La CSI señala como responsables al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional, entre otras instituciones, por alentar a los países a desmantelar las reservas de granos administradas por los gobiernos, que podrían haber desempeñado un papel vital para aliviar la escasez de alimentos.
