Osasuna busca la salvación
Ricardo se suma a última hora al más difícil todavía
Reforzando la idea de que Osasuna no ha tenido de su lado a la diosa fortuna durante la presente campaña, la escuadra sufrió ayer un nuevo contratiempo con la lesión en un dedo de la mano derecha de su portero titular, Ricardo López. A la dificultad añadida de jugarse toda la temporada en un solo partido, se deberá sumar ahora la duda hasta última hora del madrileño.
RACING-OSASUNA
Natxo MATXIN | IRUÑEA
El apacible transcurso de la concentración de Osasuna en Puente Viesgo se vio roto ayer por ese contratiempo de última hora, que podría tener sus consecuencias de cara al encuentro que se disputará hoy contra el Racing. Ricardo sufrió una subluxación del cuarto dedo de su mano derecha, producida durante un lance del último entrenamiento que iba a celebrar la plantilla rojilla.
El futbolista se tuvo que retirar de la sesión por la rápida inflamación de la zona y habrá que esperar a ver cómo evoluciona para decidir su concurso en tan trascendental choque. El jefe de los servicios médicos del club, Patxi Zipriain, avanzó que se iba a inmovilizar el dedo y adoptar medidas antiinflamatorias, «pero todo depende de su evolución entre hoy (por ayer) y mañana (por hoy)».
Caso de que el guardameta madrileño no pudiera recuperarse a tiempo, se daría la circunstancia de que en el once inicial figurarían dos de los hombres que menos minutos han dispuesto en lo que va de campaña y que van a abandonar la disciplina del equipo el próximo 30 de junio: Juantxo Elia y Hugo Viana. Y es que todo apunta a que el portugués será titular en El Sardinero ocupando la posición de media punta, por delante del doble pivote que estará formado por Puñal y Astudillo.
Ese parece ser el único cambio que realizará Ziganda respecto al equipo que ganó al Murcia, con el que la escuadra navarra tratará de superar en número y dominio a la medular cántabra para tratar de llevar el dominio del encuentro y no verse sorprendida por los de Marcelino García Toral.
Todo hará falta en un envite no apto para cardíacos en el que, pese a que ambos conjuntos hayan hablado de salir a ganar, se mirará con lupa lo que acontezca en otros campos, de la misma forma que los rivales harán lo propio respecto a lo que ocurra en el estadio santanderino.
«Momento de capitanes»
El Cuco se reservará para hoy hacer público el once definitivo y la convocatoria de dieciocho jugadores, aunque parece que la experiencia será un factor importante en su elección. «Es momento de capitanes y para gente experta que pueda arropar a sus compañeros. El factor sicológico va a ser muy importante. El jugador que salga debe de ser él mismo, sin que le afecte la presión y la trascendencia del partido», señaló.
Una importancia que dejó clara el de Larraintzar cuando afirmó que «nos jugamos el trabajo de todo el año en 90 minutos, en los que debemos dar lo mejor de cada uno», saltando al césped con la mente puesta «en salir a ganar, porque si sales a especular te puedes llevar desagradables sorpresas».
En cuanto a los posibles pactos, Ziganda dejó claro que «no hemos hablado de ello en todo el año y no vamos a hacerlo ahora. Los cuatro equipos dependemos de nosotros mismos y si ganamos, nos salvamos», manifestó.
Ricardo se produjo una subluxación en el dedo anular de su mano derecha en un lance del último entreno realizado en tierras cántabras. Habrá que esperar a ver cómo evoluciona la inflamación.
Hugo Viana se perfila de manera definitiva como el hombre elegido para ocupar la media punta rojilla. Será la primera titularidad -y la última- del jugador portugués.
Ziganda resaltó la trascendencia del encuentro ante el Racing «en el que nos jugamos el trabajo de todo el año y quien salga debe dar lo mejor que tiene».
El de hoy no va a ser el primero -esperemos que tampoco el último- de los enfrentamientos en los que se han medido Osasuna y Racing en los que vaya a haber mucho en juego. En la reciente historia de ambos clubes en la Primera División, han sido varias las ocasiones en las que ha habido algo importante por disputarse, ya que por los caprichos del calendario el cruce liguero entre ambas formaciones se produce casi siempre en las últimas y decisivas jornadas.
De esa cercana lista de combates cuerpo a cuerpo con un objetivo trascendental, destaca el que se celebró mediados los ochenta con la permanencia en el punto de mira de ambas escuadras. Era la temporada 1986-87, una de aquéllas en la que a algún dirigente de los estamentos futbolísticos le dio por experimentar con play-offs estilo NBA, sin que diera el resultado apetecido.
Contagiado por ese espíritu «renovador», al ya fallecido ex presidente del Cádiz, Manuel Irigoyen, le dio por invertarse una liguilla entre los tres últimos clasificados, para bajar uno -la máxima categoría se amplió entonces a veinte equipos-, entre otras cosas para intentar así la salvación de la entidad que regentaba, que debería haber descendido por quedar antepenúltima. Los otros dos implicados en el sarao gaditano fueron Osasuna y Racing. Y los cántabros resultaron salir los peores parados de aquella invención, al caer en El Sadar en el partido definitivo gracias a dos goles de Enrique Martín.
Protagonistas directos de aquello fueron dos hombres ahora ligados al club rojillo en calidad de entrenadores, Jon Andoni Goikoetxea y Roberto Santamaría. Al primero de ellos le tocará revivir aquel sufrimiento en directo, desde el banquillo osasunista en labores de apoyo técnico a Ziganda.
De hace veinte años recuerda el que entonces era prometedor jugador de Errotxapea que «no había tanta rivalidad» y añora con nostalgia las tardes del antiguo Sardinero, «un campo con el encanto de Atocha». También hace dos décadas el equipo estuvo concentrado previamente, con más modestia, en Eugi. «Siempre han sido partidos muy parejos porque somos equipos muy parecidos y en el de hoy va a ser muy importante la salida que tengamos», especifica.
Roberto Santamaría coincide en el carácter «competido» de aquellos choques, «de pelea y muy difíciles, pero al mismo tiempo, honrados por ambas partes». «Ahora nos jugamos tanto o más que ellos, esperemos que volvamos con los deberes hechos», comenta el que fuera cancerbero de Osasuna durante ocho temporadas.
Más cercano en el tiempo, el duelo de hace dos temporadas con los papeles totalmente cambiados a los que protagonizarán ambos conjuntos en la tarde de hoy. De la mano de Javier Aguirre, era la mejor campaña firmada nunca por Osasuna, que iba como un cohete hacia su primera clasificación para una previa de Champions.
Los rojillos rendían visita a El Sardinero con la idea de sacar algo positivo y no jugárselo todo a una carta en la última jornada contra el Valencia. Pero enfrente tuvieron a un rival que se jugaba la vida -lo mismo que les ocurre ahora a los navarros-, el cual le dio la vuelta al marcador en los últimos diez minutos y, de paso, salvó la categoría por la confluencia de otros resultados positivos, situación similar a la que se vivirá en unas cuantas horas.
