Visita al Elche
La mejor opción para no convertir la necesidad en urgencia
El Eibar confía en conseguir de una vez por todas los puntos de la permamencia, a mano desde hace semanas. Los azulgranas pueden encontrarse ante su mejor oportunidad, frente a un rival sin objetivos.
ELCHE - EIBAR
Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
Hace semanas que el Eibar tiene la permanencia, si no matemática, sí al menos virtual, al alcance de la mano. Desde que ganó en Córdoba, lo que incluso invitó a más de uno a soñar con objetivos más ambiciosos.
Pero desde entonces, los resultados no han acompañado al conjunto azulgrana, que no sólo se ha despedido de ilusiones mayores, sino que empieza a sufrir con el encarecimiento de su objetivo inicial. Con un solo punto en cuatro jornadas, el Eibar corre peligro de que la necesidad acabe convirtiéndose en urgencias, con un calendario en esta recta final de la temporada que todavía debe enfrentarle a dos rivales directos y un Sporting que, visto lo visto, estará jugándose aún el ascenso.
Afortunadamente, también hay motivos para ver el vaso medio lleno. Aunque no pasaran del empate, los azulgranas acabaron el pasado sábado con su racha de derrotas. Y lo hicieron, además, en un buen partido, que quieren convertir en un punto de inflexión. «Esperemos que sea como el pelotari que va perdiendo, hace un tanto, cambia de pelota y se viene arriba», confía Javier Mandiola. La situación clasificatoria del equipo, por otra parte, dista de ser crítica, aunque su ventaja respecto al descenso se haya reducido en las últimas semanas. La igualdad de la categoría provoca que muchísimos equipos peleen todavía por asegurarse la permanencia -de hecho, sólo siete han superado ya los cincuenta puntos-, con lo que la recta final de la Liga estará repleta de cruces directos e imposibilitará, por tanto, que todos puedan sumar los puntos necesarios.
Arma de doble filo
Por esa relativa falta de presión y porque tendrán enfrente a un rival que se ha quedado ya sin objetivos, los armeros pueden encontrarse ante su mejor oportunidad para sumar los tres puntos que le separan de la tranquilidad definitiva. Aunque también asumen que la desmotivación del Elche puede convertirse «en un arma de doble filo -advirtió Manix-. Por un lado, sí tendrán cierta motivación, porque juegan ante su público. Además, me extraña que su entrenador sea de los que van al campo a pasar la tarde y los jugadores querrán seguir ganándose su confianza de cara a la temporada que viene. Y por otra parte, juegan sin la presión que podemos tener el resto», advirtió. Pese a todo, el entrenador eibarrés mostró su «confianza» en conseguir un buen resultado, «siempre y cuando seamos capaces de hacer bien las cosas que trabajamos durante la semana», reconoció.
Manix, por otra parte, se verá obligado a introducir cambios en el once, ante las ausencias de los lesionados Urzelai y Carmelo, y la esperada recuperación de Codina. Además del catalán, regresarán al equipo Gurrutxaga y Markel, en sustitución de los dos primeros.
A expensas de cómo se encuentre Joseba Del Olmo, siempre en la cuerda floja por sus molestias en la cadera, Yagüe también podría mantenerse en el once, regresando a banda izquierda.