Ocho ilustradores decoran las paredes de Bilbao Arte con sus propuestas
Gregori Saavedra, Sergio Jiménez, Lorenzo Petrantoni, Noaz, Dani Maiz, Max-o-matic, Cless y Botlek comparten una misma pasión y, desde el viernes, un mismo espacio, la sala de exposiciones de Bilbao Arte, donde se celebra hasta el 7 de junio el Encuentro Internacional de Ilustración. Durante dos días han reflexionado sobre una actividad en auge.
Izaskun LABEAGA | BILBO
Gregori Saavedra inauguró las jornadas el jueves con la primera de las cuatro conferencias programadas. Es ilustrador y, además, realizador, director de arte, creativo y redactor. Estuvo empleado en una agencia de publicidad y, después de diez años, decidió que aquello no era lo suyo. Hoy trabaja como freelance.
«Estuve diez años de director creativo en varias agencias hasta que me dio un patatús. El método de trabajo dentro de una agencia es ilógico -sostiene-: pasas mil horas encerrado en una oficina para hacer un trabajo que tiene que conectar con la gente, que está fuera. Yo me preguntaba: ¿cómo vas a saber lo que conecta con la gente si estás aquí encerrado?».
Cree que fue toda una suerte que sufriera aquel «ataque de ansiedad», ya que gracias a ello dejó su ocupación, compró una cámara, un ordenador y una bicicleta, y se echó a la calle para convertirse en ilustrador.
Lo primero que hizo fue crear una página web, con la idea de contar con un escaparate desde el que poder mostrar sus proyectos. «Afortunadamente, a la gente le ha gustado y aquí estoy», señala.
Habla con entusiasmo de esta actividad, con la que ha conseguido el reconocimiento. Sus creaciones han sido publicadas por editoriales y revistas de distintos puntos del planeta como ``IdN'' (Hong Kong), ``DPI'' (Taiwán), ``Rojo Magazine'' (Estado español), ``Dazed & Confused'' (Gran Bretaña) y Die Gestalten Verlag Illustrative (Alemania). El certamen internacional sobre ilustración de Berlín le seleccionó como uno de los 20 ilustradores más influyentes de 2007.
Como ilustrador, utiliza la técnica del collage. Lo fotografía todo. «Capturo miles de imágenes irrelevantes, cualquier cosa me sirve porque, después, eso se convierte en una sombra, esa sombra tiene una forma y esa forma es la que me sirve a mí para, unida a otras, crear una nueva». Con las imágenes recopiladas crea murales de gran tamaño, casi siempre en blanco y negro, ya que consigue una representación homogénea con mayor facilidad. «En color, para que no se note el collage, el esfuerzo es cuatro veces mayor. El blanco y negro me permite explicar cosas que no están cerca de mí». Cita, a modo de ejemplo, la pieza que exhibe en Bilbao Arte y que recoge el momento del impacto de una bomba en el Líbano. «Yo no he estado allí, así que he conseguido este efecto con imágenes de derribos que hay en mi barrio», explica.
Una válvula de escape
Este autodidacta es consciente de que ha llegado al mundo de la ilustración en uno de los mejores momentos. Hasta hace no tanto, ha sido una disciplina considerada como el complemento, generalmente, del texto. «Ahora ya no tiene que ser unas cuantas páginas dentro de un libro. La ilustración se está defendiendo sola. La gente quiere estar el menor tiempo posible delante de una pieza, por eso la ilustración se ha convertido en una condensación de ideas o conceptos que llegan al espectador en poco más de un segundo», subraya.
La historia de Gregori Saavedra no difiere mucho de la de Sergio Jiménez, Lorenzo Petrantoni y Noaz, compañeros de viaje en la exposición de ponencias con las que se dio inicio al Encuentro Internacional de Ilustración de Bilbao Arte. «Por una fuerza inexplicable, el cuerpo nos ha pedido encerrarnos en una habitación o salir, pintar cosas y expresarnos», cuenta el autor catalán.
Cada uno de ellos comentó el jueves su experiencia dentro de esta disciplina. «Al escucharnos me di cuenta de que los cuatros somos iguales: somos diseñadores, que necesitábamos una válvula de escape y hemos escogido esta técnica para escaparnos de lo que nos toca hacer cada día». Petratoni es director de arte en una agencia italiana. Noaz pinta en la calle pero lo que le da de comer es el sueldo que le paga un estudio de diseño, y Sergio Jiménez, como Saavedra, actúa como freelance.
El Encuentro Internacional de Ilustración que se celebra en Bilbao Arte ha sido organizado por la oficina Picnic.
Son socios de esta firma, con sede en Madrid, tres arquitectos y dos diseñadores, responsables de la edición de la colección ``AAAAA'' «para la difusión de la cultura global actual desde el impulso de jóvenes creadores de la gráfica, la narrativa y la crítica». Llevan ya cuatro números de esa publicación, que reserva un importante espacio al trabajo de los ilustradores.
Su preocupación por esta práctica les ha llevado a organizar este encuentro en Bilbo. «No hay un festival que hable sobre ilustración y sus muchos caminos», lamenta una portavoz. Su deseo ha sido potenciar la labor de los ilustradores, en general, y la de los artistas vascos, en particular. Para ello convocaron un concurso on line, con un apartado local, al que los creadores vascos podían presentar hasta cinco trabajos para proyectarlos en Bilbao Arte. Además, estaba abierto a la participación de los creadores de fuera de nuestro territorio. Está previsto que se edite un catálogo con las obras presentadas a esta convocatoria.
En cuanto a la colectiva abierta en Bilbao Arte, además de Saavedra, Jiménez, Petrantoni y Noaz, están presentes el artista vasco Dani Maiz, Max-o-matic, Cless y Botlek, que ha pintado directamente sobre la pared.
Gregori Saavedra aplaude iniciativas como ésta porque, «al menos en el Estado español, hay una fuente brutal de gente dedicada a la ilustración que se está quedando encerrada en sus webs y blogs porque no hay publicaciones ni festivales especializados».