Salles gusta con «Linha de passe», aunque no convence a la crítica
En su primer pase en el Festival de Cannes, «Linha de passe» gustó aunque no logró entusiasmar a un público que esperaba más de Walter Salles, co-director del filme junto a Daniela Thomas. La cinta habla de «una familia disfuncional» que trata de sobrevivir en «la jungla de Sao Paulo». Fuera de competición, se estrenó la esperada «Vicky Cristina Barcelona», de Allen.
GARA | CANNES
La película de Walter Salles, la segunda y última brasileña en la competición oficial del festival, es una historia que bucea en la «ausencia crónica del padre» que sufre Brasil y lo hace con el retrato de cuatro hijos que comparten madre, embarazada de nuevo de un hombre diferente, explicó el director en una rueda de prensa.
«Hablamos de una familia disfuncional», que trata de sobrevivir en «la jungla de Sao Paulo», un ciudad dura y complicada y, sobre todo, rodeada de violencia. Por ello, y a pesar de que los directores han tratado de narrar la historia de los que tratan de rechazar esa salida violenta, «es imposible adornar la realidad social brasileña», reconoció el director.
Esa violencia, la religión, el fútbol y los sueños son el hilo conductor de la vida de los cuatro hermanos, cada uno de los cuales trata de buscar su sitio de forma diferente. Reginaldo, el más pequeño -interpretado de forma muy sensible por el debutante Kaíque de Jesús Santos- busca desesperadamente al padre ausente, búsqueda que los hermanos ya han abandonado. De ahí que traten de encontrar su salida a través de la religión, de la violencia o del fútbol, que es mostrado en la película como una auténtica religión.
La madre, alrededor de la cual pivota la vida de los cuatro hijos, es «la resistencia moral», lo que refleja la realidad de Brasil, donde el número de familias sin padre se multiplica, se lamentó el director.
Una «sociedad injusta desde el punto de vista político», como dijo uno de los actores, Vinícius de Oliveira.
Una sociedad que, como retratan otras tantas películas brasileñas, «no da oportunidades para salir de un círculo de pobreza y violencia, del que tratan de salir los cuatro hermanos».
Sin embargo, y a pesar de su intención de ser un punto de vista diferente sobre la realidad de la juventud brasileña, a la historia, lamentablemente, le falta la fuerza de películas más duras que, según Salles, cuentan sólo una parte de la realidad de Brasil. «El 90 por ciento de los jóvenes brasileños tratan de salir de esa situación, de reinventarse», y pese a ello, «una gran parte de los filmes brasileños son sobre violencia», dijo. La película responde al deseo de Salles y Thomas de retratar de manera periódica la juventud brasileña y de hacerlo con una mirada nueva, por lo que tanto para los actores como para la mayoría del equipo técnico se trata prácticamente de su debut en el mundo del cine.
El 89 por ciento de los actores nunca habían hecho cine, así como una parte importante del equipo técnico, explicó Salles.
Igualmente, la forma en que se desarrolló en guión trató de dar a la película esa mirada fresca que buscaba.
Al respecto, Daniela Thomas explicó que Sao Paulo fue desde el principio un personaje más de la película. Se buscaron las localizaciones y sobre ellas se fueron construyendo las escenas. «Sao Paolo es sólo calles, edificios, pasos. Te vas a dormir y cuando despiertas ya hay otro barrio, otra favela», indicó Thomas, que agregó que con ese método de trabajo lograron integrar la película en la ciudad.
En cuanto a la dificultad de realizar una película entre dos directores, Salles reconoció que «sería muy difícil» usar este sistema de forma continua.
«El filme está enriquecido por miradas diferentes» y hace que se vuelva «a la idea del cine como una experiencia colectiva», por lo que es necesario «confiar» completamente el uno en el otro.
Además se trabaja con un punto de partida que luego se desarrolla, por lo que «la improvisación era constante» y la cámara «estaba al servicio de los actores. El 25 ó 30 por ciento de las escenas que rodamos no habían sido escritas», agregó.
Sin concesiones pero con un final absolutamente abierto a la salvación de sus protagonistas, a la película le falta la fuerza de la verdad de trabajos anteriores de Salles, como ``Central de Brasil'' o ``Abril Despedazado''.
Allen presenta su película
Las actrices Penélope Cruz y Rebecca Hall ascendieron ayer al Olimpo cinematográfico del Festival de Cannes junto con Woody Allen, para estrenar, fuera de competición, ``Vicky Cristina Barcelona'', una de las proyecciones más esperadas.
El director dijo haber querido mostrar dos jóvenes que van a Barcelona «y que poco a poco ven su mundo desintegrarse de manera compleja». Sin ser estrictamente trágico, quiso mostrar ese aspecto de la vida «de manera sutil».
Del menaje a tres recreado en el filme, Allen recordó que es cine, pues en la vida real es ya suficientemente complicado tener una relación con una persona. «En el filme, los personajes pueden hacer frente a la situación, la alquimia es la buena, incluso aunque sea por poco tiempo, pero en la vida real, la gente no puede siquiera sobrevivir en este tipo de situaciones».
Subrayó, igualmente, que el personaje de Javier Bardem, «cuya capacidad polígama es excepcional, es fundamentalmente decente. Es muy abierto, no tiene lados siniestros, no tiene subterfugios, está abierto a las mujeres y tiene sentimientos por Rebecca y pasa una noche con ella, pero tiene sentimiento de que ir mas lejos solo crearía problemas», precisó el director norteamericano.
Michael Moore, quien reveló hace días sus planes de rodar una cinta sobre las políticas del George W. Bush, añadió en Cannes que esta cinta abordará temas tan «tóxicos» que quizás no debería filmarla.
Sin embargo, el ganador de un Oscar por ``Bowling for Columbine'', una mordaz crítica a la cultura estadounidense del uso de armas, está decidido a seguir adelante con su nuevo proyecto. «Es algo que no debería hacer, algo que es peligroso», insistió. Moore divulgó pocos detalles sobre el filme, que comenzó a rodar hace poco y tiene fecha provisional de estreno para dentro de un año.
La película, según dijo, se centrará en las políticas del Gobierno de Bush, examinando cómo han afectado a la vida de los estadounidenses y a la reputación del país en el mundo. Con Estados Unidos a las puertas de una recesión económica y empantanado en los conflictos de Irak y Afganistán, Moore se preguntó en voz alta si el país se ha convertido en el Imperio Romano antes de su caída.«¿Hemos llegado a ese punto?», planteó.
Penélope Cruz y Rebecca Hall ascendieron ayer al Olimpo de Cannes junto con Woody Allen, para estrenar, fuera de competición, «Vicky Cristina Barcelona», una de las proyecciones más esperadas.
Salles ha rodado una historia que bucea en la «ausencia crónica del padre» que sufre Brasil y lo hace con el retrato de cuatro hijos que comparten madre, embarazada de nuevo de un hombre diferente.