París acusa a la Junta Militar de bordear el «crimen contra la Humanidad» en Birmania
El Estado francés y Gran Bretaña denunciaron duramente la negativa de la Junta Militar de Birmania a aceptar una ayuda masiva para los dos millones de supervivientes del ciclón Nargis. París fue la más rotunda y apuntó, incluso, a un «crimen contra la Humanidad».
GARA |
El embajador francés ante Naciones Unidas, Jean-Maurice Ripert, acusó a la Junta Militar de Birmania de estar a punto de cometer «un crimen contra la Humanidad» al impedir la llegada de ayuda internacional a los afectados por el paso del ciclón Nargis por el sureste del país, después de que el embajador birmano denunciara la presencia de un buque de guerra galo en la zona.
París respondió que el buque transporta 1.500 toneladas de ayuda y medicinas para los supervivientes de la tormenta, que de momento ha dejado en torno a 130.000 víctimas entre muertos (78.000) y desaparecidos (56.000), cifras oficiales divulgadas la víspera.
Ripert declaró que «cientos de miles de vidas están en juego, y creemos que es la responsabilidad del Gobierno birmano ayudar, y abrir las fronteras para que la ayuda internacional pueda llegar a donde corresponde».
Estas críticas se suman a las emitidas por el primer ministro británico, Gordon Brown, que consideraba que lo que inicialmente fue considerado como un desastre natural, se ha convertido en «una catástrofe perpetrada por la mano del hombre», debido a la «negligencia» de los generales birmanos.
En una entrevista con la BBC, el primer ministro de un país que fue potencia colonial de Birmania calificó de «inhumano» el estado actual del país y reiteró que «la responsabilidad recae sobre el régimen».
«Rendir cuentas»
«Y debe rendir cuentas por la sitiación intolerable que ha creado a raíz de un desastre natural», aseveró Brown, que incidió en que «será responsable ante todo el mundo» por impedir la articulación de la ayuda.
Abogó por incrementar la «presión» ejercida sobre el régimen birmano como la fórmula «más efectiva» a corto plazo para llegar a los supervivientes.
Tampoco la oposición política, en su mayoría en el exilio, está satisfecha con la gestión de la Junta Militar, a quien acusa de conceder lucrativos contratos de reconstrucción a empresas controladas por familiares o socios cercanos al régimen del general Than Shwe, según denuncia el diario de exiliados birma- nos con sede en Tailandia, ``The Irrawaddy''.
En EEUU, 43 miembros de la Cámara de Representantes pidieron al presidente, George W. Bush una «intervención humanitaria» en un país al que el Congreso ha prorrogado un año más las sanciones. Bush dijo que ese bloqueo no «impedía» la asistencia «al pueblo birmano».
Quince días después del ciclón, la Junta Militar permitió ayer la entrada de personal sanitario extranjero. Un grupo de 30 sanitarios tailandeses aterrizó por la tarde en Rangún, la ciudad más grande de Birmania.
El régimen birmano consintió la visita de entre 60 y 70 diplomáticos extranjeros a zonas afectadas por el paso del ciclón. Atestiguaron la «enorme» destrucción provocada por el ciclón Nargis.