El escritor navarro Patxi Irurzun ha coordinado, junto a Vicente Muñoz Álvarez, el libro «Resaca Hank Over» que acaba de publicar la editorial Caballo de Troya y será presentado mañana en Gasteiz, el jueves en Bilbo y el 3 de junio en Iruñea.

Con portada del dibujante Miguel Angel Martín, en el libro se dan cita 37 autores que rinden, mediante poemas y relatos, su particular homenaje a uno de los poetas y escritores que más ha influido en su escritura: Charles Bukowski, el mítico autor de «Factotum», «Hijo de Satanás», «La máquina de follar», «Escritos de un viejo indecente» o «Peleando a la contra». El título del libro juega con el nombre de Hank Chinaski, alter ego de Bukowski, y con la expresión hang over, que significa resaca.

Desde representantes del Realismo Sucio y la llamada Generación Nocilla, hasta cantautores y vocalistas, poetas y escritores, los autores reunidos abarcan edades comprendidas entre los 25 y los 58 años. Entre ellos están los guipuzcoanos Karmelo Iribarren, Pablo Casares y Josu Arteaga, el bilbaino David Murders y los navarros Kutxi Romero (cantante de Marea), además del propio Patxi Irurzun, admirador desde hace años del escritor norteamericano. «Todo el mundo, en realidad, manoseaba los libros de Bukowski, aunque fuera clandestinamente. Y nadie se quedaba indiferente. En mi caso, lector voraz y escritor incipiente, fue como una revelación. Como pasar de escuchar Parchís a los Sex Pistols», relata en el prólogo de «Resaca Hank Over».

La idea de publicar este libro surgió en el fanzine «Borraska», que comenzó a editar en internet Patxi Irurzun, donde recalaban muchos autores. Uno de ellos, el escritor Javier Marroquín propuso editar en papel algunos de los relatos que se podían leer en la web. Se les ocurrió entonces organizar un concurso de cuentos en homenaje a Bukowski, que titularon «Hijos de Satanás». Se recibieron 200 relatos, la mayoría de ellos desde países latinoamericanos, pero, salvo el del ganador Josu Arteaga, no les convencieron. Irurzun y Vivente Muñoz decidieron entonces continuar con el proyecto de otra manera e invitaron a una serie de autores que creían idóneos.

«En el fondo, la antología, más que un homenaje, es una buena excusa para que tanto quienes participamos en ella como quienes la lean, pasen un buen rato, que es lo que obtenemos cuando abrimos uno de los libros de Bukowski. Teníamos una deuda con él y es una manera de empezar a pagarla», indica Irurzun.