Ibarretxe dice no haber pensado aún el paso siguiente al «no» de Zapatero
El presidente del Gobierno español recibirá hoy en La Moncloa al lehendakari para celebrar la reunión prevista en la «hoja de ruta» presentada en setiembre en el Parlamento de Gasteiz. El propio Zapatero, varios ministros y el portavoz del PSOE en el Congreso han negado que pueda haber un acuerdo en los términos requeridos por Juan José Ibarretxe. Sin embargo, éste insiste en que el pacto es posible y dice incluso que no ha pensado qué hacer en caso de rechazo.
I.IRIONDO |
«La condición humana y las energías humanas son limitadas. Yo no puedo desperdiciar mi energía pensando en cuál va a ser el siguiente paso». Esta era la respuesta que el lehendakari ofrecía ayer en una entrevista publicada en el diario «Público» a la pregunta de si ante una negativa al acuerdo del presidente del Gobierno español tenía ya pensados los términos de la consulta. En otra entrevista, esta en «El Periódico de Catalunya», cuando le preguntaban si tenía un plan B en previsión de un «no» de Zapatero, Ibarretxe contestaba: «Pero es que falla la premisa. Yo creo que habrá acuerdo. No me van a sacar de aquí. Zapatero lo va a tener muy difícil para decir que lo que estaba dispuesto a firmar con ETA no está dispuesto a hacerlo conmigo».
Ciertamente, es difícil pensar que el lehendakari confíe realmente en alcanzar un acuerdo con José Luis Rodríguez Zapatero -antes de las elecciones, en Lehendakaritza y en el PNV se contemplaba como una posibilidad remota en caso de necesidad del PSOE y después del 9-M ya se descartó abiertamente-, y suena irresponsable que no tenga previstas todas las variables para los próximos meses. Otra cosa es que la estrategia comunicativa del Gobierno de Lakua pase por hacer ver que hasta el último momento se van a agotado todas las posibilidades de buscar un acuerdo.
Pero por mucho que Juan José Ibarretxe trate de hacer ver que es posible alcanzar con José Luis Rodríguez Zapatero un acuerdo de bases para la normalización política y la paz, durante el día de ayer el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso y el diputado por Araba, Ramón Jáuregui, -entre otros- reiteraron que el ámbito de acuerdo se limita a la lucha contra ETA, las infraestructuras, la innovación y la gestión autonómica.
La portavoz del Gobierno de Lakua, Miren Azkarate, aseguró ayer que el lehendakari acude hoy a La Moncloa «para poner a ETA en su sitio y para demostrar que los acuerdos son posibles». Añadió que «el lehendakari está convencido de que es posible el acuerdo y si no lo creyera, simplemente no iría».
El consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, por su parte, afirmó que la «ceguera» del PSOE «no nos va detener» y subrayó que «dijimos a los ciudadanos que les íbamos a consultar sobre su futuro y así va a ser». En sus palabras, la disposición al diálogo y el acuerdo del Gobierno de Lakua y de los partidos que lo sustentan es «indiscutible», y «si la otra parte lo rechaza sin duda la responsabilidad será de otros». Según Azkarraga, «Zapatero no debería de menospreciar esta oportunidad y si lo hace el pueblo vasco sabrá cuánto le importa nuestro futuro al presidente del Gobierno español». El consejero criticó a quienes desde el PSOE han dicho que la reunión «no va a servir para nada», y les acusó de querer «boicotear el avance» y de querer «detener el progreso de este pueblo porque tienen vértigo a un pronunciamiento libre de la sociedad vasca».
La Mesa y Junta de Portavoces del Parlamento navarro aprobó con el voto favorable de UPN, PSN, CDN e IUN y la abstención de NaBai, una declaración institucional en la que pide al Gobierno de Lakua que «respete la realidad institucional» de Nafarroa.
La declaración fue registrada por el PSN después de conocer la propuesta formulada por el lehendakari al presidente del Gobierno español, que incluye un órgano común. En el texto aprobado se recuerda que la realidad institucional del herrialde ha sido «ratificada elección tras elección con el apoyo mayoritario de la ciudadanía a los partidos políticos partidarios de su actual configuración», por lo que manifiesta su interés de que el Gobierno de Iruñea lo defienda «con todos los medios legales a su alcance». Además, en la declaración se «reitera el deseo de una fructífera y cordial relación con las instituciones de la CAV, reflejo de las relaciones existentes entre los ciudadanos de ambas comunidades. Dicha relación sólo podrá cimentarse en el respeto político a la voluntad mayoritaria de los navarros» y en el «respeto y lealtad con la actual configuración institucional de nuestra comunidad».
