La obra maestra de Peter Lorpe
«El hombre perdido»
Es imposible reparar todas y cada una de las grandes injusticias que se han ido cometiendo a lo largo de la historia del cine, pero no está de más corregir en lo posible el daño que se hizo al genial Peter Lorre, cuando en un momento difícil de su carrera regresó a Alemania para dirigir y protagonizar su obra maestra «Der Verlorene». El país no estaba todavía preparado para asumir la responsabilidad del nazismo, así que no quiso ver el mensaje que había en esta adaptación que el actor hizo de su propia novela. En ella se muestra como los asesinos natos encuentran las condiciones ideales para dar rienda suelta a sus instintos bajo determinados regimenes políticos totalitarios, que es lo que le sucede al personaje del científico loco que interpreta Lorre, en un registro psicológico directamente inspirado en su trabajo para Fritz Lang, veinte años antes, en «M. El vampiro de Dusseldorf». El doctor Karl Rother es un asesino de mujeres, un psicópata amparado por los nazis. Peter Lorre hace en la dirección un uso impresionante de la estética expresionista, gracias a la fotografía en blanco y negro de Vaclav Vich, para ilustrar el camino de sombras que atraviesa este monstruo abocado a la autodestrucción. En la actuación transmite de forma aterradora su enfermizo perfil, que se va acrecentando a cada crimen que comete. Descubre su verdadera naturaleza violenta cuando mata por primera vez, aunque lo hace para no ser delatado a los aliados por sus experimentos durante la II Guerra Mundial. La muerte de su esposa será ocultada a conveniencia por las autoridades del Reich, con lo que el protagonista sigue libre y dispuesto a hacer uso de la impunidad de la que goza. El problema es que ya no necesita justificación para sus actos, pues ha encontrado un placer incontrolable en la villanía de matar a mujeres indefensas, o que no sospechan de la existencia de un feminicida, precursor de los que hoy en día tanto proliferan.