Dos proyecciones, que se reparten entre la sesión de ayer y la de hoy, forman la sección oficial a concurso de Begibistan. Sin embargo, esta segunda Semana del Cine de Amurrio va mucho más allá y, haciendo honor a su nombre, desde el pasado lunes llena de actos el teatro de Amurrio para hacer disfrutar del cine en pequeño formato a los vecinos del pueblo, de la comarca y, en definitiva, a todo el que se apunte. Por esta razón, las diferentes proyecciones temáticas se han sucedido desde que el lunes diera inicio el festival con un concierto en el que los alumnos y los profesores del conservatorio de música interpretaron varias bandas sonoras. El corto metraje es, por lo tanto, eje y razón de ser de Begibistan. Por eso no es extraño que sea el cineasta Kepa Sojo quien dirija el certamen. Kepa, que estrenó su primer corto «Cien maneras de hacer pollo al chilindrón» en 1997, dio un paso adelante hace dos años con su opera prima «El síndrome de Svensson». La dilatada trayectoria de festivales que ha recorrido con sus trabajos le han hecho buen conocedor de cómo funcionan y aplica su experiencia en Begisbitan.

Son varias las novedades de este segundo año en relación a la primera edición. Sojo, sin embargo, no duda en subrayar el salto cuantitativo y cualitativo como el mayor logro que ha tenido. «El año pasado recibimos unos treinta cortometrajes, este año hemos llegado a los 62» señala, a la vez que reconoce que este aumento dificulta la elección de los que entrarán en la sección oficial. «Los trabajos que se quedaron en la frontera fueron los que más nos costó descartar». Más allá de una iniciativa con tintes locales, que los tiene, busca llegar a ser un marco para todos los cortos hechos en Euskal Herria. «Este año nos queda la pena de que no se haya presentado ningún corto de Iparralde», comenta Sojo. También resalta que ha sido Gipuzkoa el herrialde que más participación ha tenido.

Además de la territorialidad, el equilibrio que han buscado mantener alcanza otras facetas como el formato en el que están grabados -tanto en vídeo como en cine- o la trayectoria de los cineastas. «De los cortos que nos han mandado de Kimuak sólo hemos metido la mitad porque queremos que también haya representación de gente que esté empezando y haya hecho el cortos con pocos medios», explica. Así han formado una sección oficial de veinte trabajos y que, después de que ayer se proyectarán la mitad, volverán a llenar de público hoy a las 20.00 h. el Amurrio Antzokia.

Todo el esfuerzo realizado por Sojo y el equipo que ha impulsado Begibistan no ha pasado desapercibido en Amurrio. Varios vecinos aplauden la iniciativa y hablan orgullosos de esta iniciativa, «aunque el director tenga que ser de Laudio», comentaba entre risas un vecino que se acercó al Antzoki el martes en alusión a Kepa. El director de cine no busca excusarse pero señala la existencia de una sala de cine como elemento determinante. «Laudio no tiene sala de cine y el Antzoki -que esta semana ha cumplido su tercer aniversario- era el lugar que necesitaba el festival».

Ambiente de cine

Más allá de la rivalidad entre pueblo cercanos, el ambiente que se forma en torno a Begibistan es el que más calada tiene. «Estos días se comenta en el pueblo a ver si a la noche iremos o no al cine, porque cada día hay cosas...», describe una mujer en un bar cercano mientras que el camarero añade, desde el otro lado de barra: «Hoy -en alusión al martes-, por ejemplo, que se hace algo de fútbol y los chavales llevan un rato dando vueltas, jugando, esperando a entrar al cine». Y así era, el martes tuvo lugar un ciclo sobre el cine y el fútbol al que acudieron una centena de vecinos.

Las valoraciones no esconden algún comentario crítico. «Está muy bien que por fin se escoja Amurrio para organizar este tipo de cosas; no todo va a ser Gasteiz o Bilbo», reivindica una mujer que asegura que tiene intención de acudir cada noche al Antzoki. Ante la posibilidad de que el festival crezca y reciba más visitas de fuera, asegura cautelosa que, aunque espera que dure muchos años, «está bien que sea algo cercano e íntimo». Kepa Sojo también prefiere que Begibistan crezca paso a paso y a un ritmo lento. «Viendo otras trayectorias, preferimos ir poco a poco; no tendría sentido de repente intentar ser una cita mucho mayor», asegura. Mikel Rueda, uno de los directores que toman parte en el festival con su corto «Present Perfect», valora la apuesta hecha por los organizadores como «fuerte» y aplaude iniciativas como ésta. «Está muy bien que haya ventanas como este festival, que den salida a los cortos, ya que están mal vistos y las distribuidoras los dejan de lado», afirma Rueda.

La principal ventaja que destaca Rueda de un festival como Begibistan, con pequeñas dimensiones, es que existen mucha cercanía con el público. «Intento ir al máximo de festivales, ya que puedes ver directamente la reacción de la gente; además, luego se acercan y comentan su opinión», describe. El ambiente en la sala de proyecciones refleja también esta forma cercana y casera de disfrutar del cine. Risas, susurros e incluso algún comentario sobre un vecino lanzado a gritos se entrelazan con los cortometrajes.

De cerca y de lejos

Y en eso consiste, el festival, en hacer disfrutar y vivir el audiovisual en pequeño formato. Pero para completar el programa, los organizadores han querido acercar creaciones lejanas. Por eso, esta semana, tanto el Festival de Cine de Zaragoza como el cine alemán han tenido su propia proyección. «Completamos la iniciativa local, dando a conocer algo de fuera; el año pasado fue el festival de Medina de Campo y ahora toca Zaragoza», explica Kepa Sojo. Sobre Alemania, algo similar, la intención de mostrar «algunas piezas del país que mejores cortos produce del Viejo Continente». Una de las proyecciones que el director del festival organiza con especial cariño es la noche Freakybistan, que tendrá lugar hoy a las 22.00 h. y en la que se pasan las cintas «más chorras, cortos más gamberros, algo de gore, comedia extrema...». Esta noche en la que las risas se apoderan de la sala tiene sus orígenes en Las Noches Rojas de Zaragoza o La Noche Más Freak del festival que se llevaba a cabo en Gasteiz (NEFF).

Por último, han querido homenajear a Kimuak por promover el cortometraje vasco por el mundo. Lo han hecho con la noche de mañana dedicada a proyectar trabajos de este programa. Se completan así las siete noches en las que, además de mostrar las mejores producciones, se aporta una visión global y completa del mundo del cine en pequeño formato.