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GIRO 12ª etapa

Galparsoro pone el coraje y Bennati, la velocidad

El sprinter de Liquigas sumó su tercer triunfo en este Giro tras la galopada en solitario del ataundarra

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GARA | CARPI

No tuvo más premio que las horas, y fueron unas cuantas, de televisión y la reivindicación de un color, el naranja, que todavía no se había dejado ver demasiado, pero Dioni Galparsoro fue uno de los grandes protagonistas de la 12ª etapa del Giro.

De hecho, sólo la galopada del guipuzcoano y el disputado sprint final pusieron color a los anodinos, en lo que a recorrido se refiere, 172 kilómetros entre Forli y Carpi.

Galparsoro no sólo se dejó ver; también batió un récord difícil de igualar, a tenor de las jornadas que, a partir de mañana, afronta la ronda italiana. Los 161 kilómetros que recorrió en solitario, prácticamente desde el mismo banderazo de salida hasta que, a diez kilómetros del final, le atrapaba una apisonadora en busca del sprint.

Lamentablemente, su valentía no evitó que se tratara, al contrario de lo que había sucedido en jornadas precedentes -con fugas igualmente maratonianas, aunque no en solitario-, de una aventura con fecha de caducidad. Dos contrarrelojes, cuatro escapadas con éxito y un par de llegadas peliagudas han restado opciones a los sprintes en esta primera parte del Giro, habitualmente propicia para las llegadas masivas. Y tampoco tendrán demasiadas de ahora en adelante, con la alta montaña a la vuelta de la esquina, así que ayer el premio estaba especialmente caro.

El guión, por tanto, no distó demasiado del previsto. Galparsoro saltó en el primer kilómetro y el pelotón dejó hacer al guipuzcoano, que llegó a acumular once minutos de ventaja. Liquigas y Quick Step aceleraron en el momento justo y, a la altura de Módena, ya tenían al ataundarra a la vista. La habitual caída -en la que se vieron implicados, entre otros muchos, Mirco Lorenzetto, Erik Zabel, o el vencedor de la sexta etapa, Matteo Priamo- prolongó la caza más de lo previsto, pero no llegó a evitarla.

Bajo la pancarta de diez kilómetros, Galparsoro era engullido por un pelotón lanzado y comenzaba una nueva carrera, en la que se vivió primero una guerra por la rueda de Bennati y después un largo sprint en el que el italiano acabó sumando su tercera victoria en este Giro. Por los pelos y con foto-finish incluída, merced a la remontada de Mark Cavendish, que ya había hecho morder el polvo al fichaje estrella de Liquigas en Catanzaro. Tras ellos, Robbie McEwen y un magnífico Koldo Fernández de Larrea que, con su cuarto puesto y un gran sprint en colocación y potencia, ascendió otro peldaño en su particular progresión.

Último «descanso»

Quién sabe si hoy no podrá seguir subiendo. Lo cierto es que, si algún otro loco no lo impide, la 13ª etapa también parece abocada al sprint. Con 177 kilómetros absolutamente llanos entre Modena y Cittadella, será para muchos la última jornada de descanso antes del inminente triplete montañoso.

Molleta, fuera de la carrera

Gerolsteiner ha retirado a Andre Moletta -compañero y gran amigo de Davide Rebellin- del Giro, después de que el nombre de su padre apareciese en la investigación de un caso de dopaje, según informó ayer «La Gazzeta dello Sport».

Matteo Priamo, por otra parte, acudió a un hospital a la conclusión de la etapa, tras resultar lesionado en el codo y la muñeca derechos, como consecuencia de una multitudinaria caída a diez kilómetros de meta.

El ataundarra, más ilusionado todavía

Dioni Galparsoro se mostró satisfecho, aunque agotado, con su actuación y, sobre todo, más ilusionado de cara a la próxima semana.

«Estaba un poco enfadado porque no me estaba encontrando bien en el Giro -explicó- y hoy por lo menos he podido sentirme mejor y darle protagonismo al equipo. Ayer fue un mal día y había que resarcirse. Por eso he atacado en cuanto he podido, aunque ha sido una pena que me haya ido solo, porque siempre es preferible formar un grupo de cinco o seis corredores», admitió. Pese a eso, el guipuzcoano no quiso arrojar la toalla en ningún momento. «Era consciente de que era dificil llegar, pero siempre piensas en que puedes llegar, en que las circunstancias de carrera te favorezcan, algún descuido, la lluvia... ».

Galparsoro tiene ahora más «ilusión» de cara a la próxima semana. «Espero encontrarme bien y poder coger alguna fuga buena. Lo que no podemos hacer es esperar en el grupo de los favoritos a la general, esos van mucho más rápido que nosotros. Tenemos que coger escapadas y probar fortuna desde lejos», concluyó el corredor de Euskaltel-Euskadi. GARA

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