Angustioso descenso del Annapurna
Otxoa de Olza mejora con las medicinas llevadas por Steck
Otras expediciones de rescate se han puesto en marcha y se espera la llegada de un helicóptero ruso al campo dos, a 6.200 metros
Arnaitz GORRITI | BILBO
El angustioso rescate de Iñaki Otxoa de Olza se acerca poco a poco al final feliz. El iruindarra ha experimentado una leve mejoría: habla con mayor coherencia y es capaz de alimentarse e hidratarse por sí mismo, pero no puede trasladarse.
Pero la mejor noticia de ayer fue que, hacia las 13.30, hora de Euskal Herria -17.15 hora nepalí-, el alpinista suizo Ueli Steck llegaba al campo cuatro, cargado de medicinas y el contacto telefónico con un equipo médico del Hospital de Navarra, que le indicaba desde el Centro de Coordinación de Iruñea el tratamiento a aplicar al navarro. Al cierre de esta edición, la situación de Iñaki Otxoa de Olza seguía siendo grave, pero mejor que en los días precedentes, y se hallaba descansando.
Así las cosas, el ansiado happy end es posible, pero no sencillo. El rumano Horia Colibasanu, «enfermero» de Otxoa de Olza en los peores momentos, descendía al campo tres con un evidente deterioro físico. Y es que el benefactor del iruindarra ha vivido en carne propia toda la angustia de la situación y ha debido cargar con la responsabilidad de cuidar de la salud del compañero de cordada aún a riesgo de la suya propia.
Por ello, a falta de ver cómo reacciona a las medicinas suministradas por Steck, se han movilizado nuevas expediciones de rescate para ayudar en el descenso del montañero navarro. Un segundo grupo, integrado por el kazajo Denis Urubko y el canadiense Don Bowie, está ascendiendo desde el campo base y ya están en el campo dos con oxígeno artificial y toda clase de medicamentos para la hidratación del enfermo.
Dos días de descenso
Como muy tarde el descenso dará comienzo hoy mismo. El dúo Urubko-Bowie asciende a toda velocidad y se espera que llegue hoy. Parece que Steck, Urubko y Bowie bajarán al iruindarra.
Según informó Koldo Aldaz, coordinador del rescate desde Iruñea, «todo depende ahora de la reacción de Otxoa de Olza a los medicamentos, de las distintas técnicas que quieran utilizar... En todo caso, se trata de una tarea muy delicada y complicada».
Un descenso que, prevé, durará al menos dos días. «La bajada tiene unas dificultades técnicas que hará que su desarrollo se alargue durante dos días». Un enorme esfuerzo cuyo resultado depende ya de lo que ocurra en las próximas horas.
Y es que en el campo dos se espera que llegue un tercer grupo, que en estos momentos se encuentra en la localidad de Pokhara, ya que su helicóptero -ruso de última generación, que lleva una cámara hiperbárica- tuvo que aterrizar debido al mal tiempo. Si la meteorología se lo permite, volarán a 6.200 metros de altitud y trasladarlo al hospital directamente.
El montañero suizo Ueli Steck ha contactado con un equipo médico del Hospital de Navarra que le indicará cómo debe aplicar el tratamiento adecuado para que Otxoa de Olza pueda soportar sin problemas el descenso.
El montañero nepalí Appa Sherpa, de 48 años, alcanzó ayer la cima del Everest por decimoctava vez y batió el récord del mundo de escaladas al pico más alto del mundo, que ya estaba en sus manos, informó la Asociación de Alpinismo de Nepal. El veterano alpinista culminó su escalada a las 04.30 de la madrugada hora local -22.45 GMT del miércoles-, según la citada asociación.
En su anterior ascensión, en mayo del año pasado, Appa llegó a la cima de la mítica cumbre desde la cara sureste junto a otros siete montañeros que integraban la «Expedición Super Sherpas», y estableció así el récord que ayer lograba superar.
Y es que, por una vez, los porteadores logran superar su condición y adquirir el protagonismo que los «alpinistas profesionales» suelen arrebatarles. Los sherpas basan su fama en el buen conocimiento del terreno, su resistencia y su adaptación a la altura. Su historia está unida a la montaña: aunque el Everest fue coronado por primera vez por Edmund Hillary, éste estuvo acompañado por el sherpa Tenzing Norgay.
Después de varios días en el que la meteorología ha impedido, o frenado, el rescate de Iñaki Otxoa de Olza, al fin el buen tiempo parece que se toma un respiro. Ello, de confirmarse, ayudaría sobremanera en el descenso del iruindarra y del acercamiento del helicóptero.
El presidente Miguel Sanz confirmó ayer que el Gobierno de Nafarroa está dispuesto a costear los gastos del rescate de Iñaki Otxoa de Olza. Sanz indicó que se han puesto «a disposición de la familia y las autoridades que hagan posible el rescate del montañero».
