El cineasta Borja Cobeaga asegura que los teléfonos móviles son una herramienta muy útil para su profesión y supone que ya no existan «excusas» para quien asegura que rodar cortometrajes es caro. Precisamente fue esta idea la que quiso transmitir ayer en una «clase magistral» que impartió en la FNAC de Donostia con motivo de la celebración de la segunda edición del Móvil Film Fest.

El donostiarra, nominado al Oscar en 2007 por su corto «Éramos pocos», quiso demostrar así que ya no hacen falta grandes equipos ni tener que convencer a «8.00o amigos» para iniciarse en el mundo del cine.

Con un móvil se pierde calidad técnica, pero se gana en «inmediatez», aseguró Cobeaga, quien quiso hablar por propia experiencia, ya que hace aproximadamente un año el teléfono fue el instrumento que empleó para rodar su corto «Niágara», de apenas dos minutos y que se puede ver en internet. De esa primera aventura salió una película «demasiado convencional» que le llevó a extraer una conclusión, que con un móvil se puede hacer lo mismo que con una cámara porque se «desaprovecha» su principal potencial cinematográfico, «la espontaneidad».