ACS apoya la fusión Iberdrola y Gas Natural o la compra por E.On o EDF
El presidente de ACS, Florentino Pérez, ha reabierto el debate sobre la posible fusión de Iberdrola y Gas Natural. Pone como condición para apoyarla, que haya consenso total «de todas las partes». En caso contrario, advierte de que «estudiará otras alternativas de restructuración del sector eléctrico y energético». En realidad, Florentino Pérez se está moviendo de cara a lograr una mayor capacidad eléctrica y de negocio para Unión Fenosa, de la que controla el 46%.
Juanjo BASTERRA |
En la Junta General de Accionistas de ACS, celebrada ayer en Madrid, su presidente, Florentino Pérez, se manifestó a favor de una posible fusión entre Iberdrola y Gas Natural, a cambio de lograr los activos excedentes para Unión Fenosa, sobre la que tiene el control.
Sin embargo, esta declaración, según fuentes cercanas a la dirección de la multinacional eléctrica de origen vasco, «llega a destiempo». El proyecto de unión de la gasista y la eléctrica «está aparcado, aunque no paralizado», por lo que desde Iberdrola se reconoce que esa opinión de Florentino Pérez tiene más que ver con «la hipocresía empresarial» del presidente de ACS que con la realidad.
Otras fuentes reconocen, por otro lado, que el máximo responsable de la constructora está mostrando «la cara amable» ante el Gobierno español que tiene que fijar las condiciones de reestructuración del sector eléctrico para los próximos años. Pérez, de nuevo, ha destapado la guerra sobre el control de la eléctrica vasca. ACS cuenta con un 12,4% de las acciones, de forma directa e indirecta, en Iberdrola, mientras que José Ignacio Sánchez Galán cuenta, de momento, con el apoyo de BBK, que posee el 7,5%, y el de Bancaja, con el 6%, como accionistas principales.
«Actualmente está abierta una reflexión sobre una fusión entre Iberdrola y Gas Natural, y la misma hace pensar que para todos los agentes implicados es la forma más correcta de hacer un gran campeón energético, que tiene sentido industrial y que está dentro de la estrategia del Gobierno español», precisó Florentino Pérez en la junta general ordinaria de ACS, celebrada ayer en Madrid.
Ante esa decisión, destacó que «si esta reflexión tiene el consenso de todas las partes, apoyaríamos esa estrategia. Habría que llegar a un acuerdo de activos a desinvertir y haríamos más grande a Unión Fenosa», añadió en la rueda de prensa, posterior a la junta. No obstante, Florentino Pérez mostró la disposición de su grupo «a estudiar otras alternativas de reestructuración del sector eléctrico y energético si la unión entre Iberdrola y Gas Natural no se plantea». En este caso, ya se ha sabido que no sólo está en contacto directo con EDF, la eléctrica de capital mayoritario público francés, sino con E.On, la alemana que disputó a Gas Natural la compra de Endesa que, al final, ha pasado a manos italianas. En el fondo, el presidente de ACS está moviendo todas sus fichas, al haberse encontrado con el rechazo frontal a sus planes por Sánchez Galán, para lograr que los activos que se desinviertan si hay una fusión, vayan a parar a Unión Fenosa. Florentino Pérez apuesta en este momento por activos nucleares, que Fenosa a penas posee.
La disputa por el control de Iberdrola y los activos que tendrá que desinvertir en caso de plantear la fusión con Gas Natural se encuentra en la agenda de Florentino Pérez, presidente de ACS, que está provocando una reacción del mercado ante sus intenciones.
Los datos que aportó ACS en la Junta General de Accionistas muestran que la desaceleración afecta a la constructora, ya que no crece a los ritmos de años atrás, pero se mueve en dos dígitos. Asegura que 2008 será «el mejor ejercicio de la historia del grupo», ya que la previsión económica indica que elevará en un 15% el beneficio neto ordinario, antes de resultados extraordinarios, que rozará los 1.200 millones de euros, según expresó el presidente del grupo, Florentino Pérez.
El negocio crecerá alrededor del 10% y alcanzará los 23.500 millones, según las previsiones de los cuatro primeros meses de 2008. «Estos años no van a ser fáciles, pero somos optimistas», precisó.
