Fede de los Rios
Solicito de ustedes el perdón
Queridos y sufridos lectores con criterio, ruego de vuestro perdón. Al escribir la columna del domingo pasado se me fue el santo al cielo y atribuí la Anunciación al arcángel Miguel, cuando en realidad el responsable fue Gabriel. Ahora el primero no me habla, dice que le he puesto en un aprieto con José.
La misma tarde del domingo recibí la llamada de San Martín desvelándome el error y recriminando mi incultura. Al principio lo tomé por el de Porres, aquel mulato de la escoba del que mi madre es seguidora.
-«¿Tú me notas acento de mulato?» -inquirió-.
-«¡Hombre, no!, más bien como de Beasain».
-«¿De Beasain, ignorante blasfemo? Soy San Martín Agirre de Bergara, mártir de Nagasaki».
-«¿Por lo de la bomba?».
Me mandó literalmente a la mierda, junto con otros improperios que no llegué a entender.
Pues bien, pido disculpas y como penitencia por equivocar a los arcángeles ando pasillo arriba y pasillo abajo con dos garbanzos (sin cocer) metidos en los zapatos. Prometo que no volverá a ocurrir tamaño error. Un besito.