Proyecto de ley para la consulta de Ibarretxe
Urkullu y Lakua desmienten a Egibar: no se hablará con los grupos
El presidente del Euzkadi Buru Batzar, Iñigo Urkullu, ha desmentido específicamente la afirmación del portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, a GARA de que la iniciativa legislativa de la consulta no será un trágala y se hablará con todos los grupos. En una entrevista publicada ayer, Urkullu desdecía a Egibar y aseguraba que «no se hablará con EHAK». También desde fuentes del tripartito se negaba que el contenido de la propuesta vaya a ser objeto de diálogo.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
El Ejecutivo de Lakua aprobará el jueves en un consejo de gobierno extraordinario el proyecto de ley de consulta, en el que se recogerán las dos preguntas que pretende someter al juicio de la ciudadanía. Como ya indicó este diario el pasado 22 de mayo, la tramitación será por vía de lectura única, lo que impide la presentación de enmiendas y obliga a los grupos parlamentarios a votar sí o no al conjunto del proyecto.
En una entrevista publicada el domingo por GARA, el portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, preguntado sobre si la iniciativa se podría debatir antes de su llegada al pleno, respondía textualmente «yo creo que sí. Necesariamente». En cuanto a la búsqueda de acuerdos con otros grupos, afirmaba que «se va a plantear para que otros grupos también puedan expresar su posición. No conozco la literalidad de la propuesta, pero no va a ser un trágala, un lo tomas o lo dejas». Y cuestionado concretamente sobre si se hablará con la izquierda abertzale, Egibar aseguraba que «hablar, se va a hablar con todos los grupos. Va a haber también oportunidad para cruzar posiciones. Habrá una exposición pública y un contraste con todos los grupos».
Rápida respuesta de Urkullu
Si esto se publicaba el domingo en este diario, la contestación del presidente del EBB, Iñigo Urkullu, llegaba ayer a través de las páginas de «El Correo» y con recuerdo expreso de quién es quién en el PNV.
El entrevistador le preguntaba a Urkullu: «Joseba Egibar dijo ayer que el pleno del 27 de junio no va a ser un `trágala', que se hablará con todos. ¿Incluso EHAK?». Y el burukide contestaba tajante: «No, no se hablará con EHAK. Como presidente del Euzkadi Buru Batzar puedo decir que no se va a buscar un acuerdo político con ellos».
También fuentes oficiales del tripartito han negado que vaya a hablarse con el resto de grupos parlamentarios para tratar de recabar apoyos a uno de los proyectos de ley más importantes de la legislatura y que se ha convertido además en una bandera política del actual Gobierno tripartito.
Dos preguntas
Se ha oficializado ya que el proyecto de ley que el Gobierno de Lakua aprobará el próximo jueves, en una sesión extraordinaria, contará con una introducción, en la que se recogerán los principios que Juan José Ibarretxe ya transmitió a José Luis Rodríguez Zapatero la semana anterior a su reunión en La Moncloa y después detallará las dos preguntas que se plantearán a la ciudadanía.
Las dos preguntas versarán sobre lo que se ha bautizado como principio ético y principio democrático. En el documento remitido por el lehendakari a la Moncloa se señalaba textualmente que «esta consulta servirá para ratificar por parte de la sociedad vasca, por un lado, el compromiso ético con el final definitivo de la violencia; y por otro lado, el compromiso democrático con la puesta en marcha de un proceso de negociación política entre todos los partidos vascos, sin exclusiones, para desarrollar el contenido político de este pacto y alcanzar un acuerdo democrático para la normalización política, que deberá ser sometido a referéndum en la sociedad vasca, antes de que finalice el año 2010».
En estos días se han producido diversas filtraciones y declaraciones sobre el tono de la pregunta referida a ETA y sus posibles consecuencias en el voto de Ezker Abertzalea.
El 22 de abril GARA avanzó que fuentes de Lehendakaritza estaban transmitiendo que presentarían una pregunta que la izquierda abertzale no debería poder apoyar. Y la interpretación que se hacía es que desde el tripartito se pretendía cargar sobre el independentismo la culpa de que finalmente no hubiera consulta. El pasado viernes la cadena SER y el sábado los diarios del grupo Vocento abundaban en esta tesis, con titulares como el que recogía «El Correo» en su primera página: «El PNV condenará en la consulta a ETA para evitar el apoyo de EHAK». La información iba firmada por el mismo periodista que entrevistó a Iñigo Urkullu. En la entrevista, publicada ayer, el presidente del EBB afirma que «la pregunta incluirá un rechazo explícito a ETA; el PNV no puede ser ambiguo». Al mismo Urkullu, en otra entrevista en «El País», publicada el domingo, se le preguntaba sobre si retirarían la propuesta en caso de que Ezker Abertzalea anunciara que la iba a apoyar, a lo que respondía con un «quizá la propuesta que presentemos no pueda contar con los votos del PCTV...»
Por contra, el presidente de EA, Unai Ziarreta, afirmó ayer que «el tenor» de las preguntas, permitiría que fueran apoyadas por Ezker Abertzalea y el PSE. Fuentes del Gobierno de Lakua también afirmaban que la primera pregunta no es tan «rigurosa» como para impedir el apoyo del grupo independentista.
El fin de semana ha estado lleno de declaraciones y filtraciones contradictorias.
El proyecto de ley de consulta se aprobará en un Consejo de Gobierno de carácter extraordinario, como se hizo también con el proyecto del nuevo Estatuto Político. En aquella ocasión se reunió un sábado para hacerlo coincidir con el 25 de octubre.
El proyecto de ley se tramitará por la vía de la lectura única, lo que acelera los plazos, impide la presentación de enmiendas y evita también la posibilidad de que se vote por puntos. Los grupos deben apoyar o rechazar la propuesta en su globalidad.
Los grupos parlamentarios sí que pueden presentar ante la Mesa alegaciones con los motivos por los que no están de acuerdo con la ley. En caso de que el proyecto sea rechazado, se devuelve al Gobierno junto a las alegaciones presentadas.
Una de las pretensiones del proyecto de ley que el jueves aprobará el Gobierno de Lakua es dar «seguridad jurídica» a la consulta que propondrá al Parlamento. Sin embargo, incluso si la Cámara de Gasteiz autoriza su celebración, la misma no está garantizada en ningún caso. Es facultad del presidente del Gobierno español recurrir cualquier ley autonómica al Tribunal Constitucional exigiendo la suspensión de su aplicación mientras dure el proceso judicial y hasta que haya una sentencia sobre la constitucionalidad del acto impugnado. Por esta vía Madrid podría parar en seco los planes de Ibarretxe.
De hecho, el secretario general del PSE, Patxi López, se declaró ayer convencido de que la consulta que propone Lakua no se celebrará porque «no es legal, ni legítima, ni posible» y recordó que el Estado tiene «recursos suficiente para impedir» una «ilegalidad», «ridícula» e «innecesaria». Se preguntó López «¿quién hará los censos?» para la consulta y «¿dónde se celebrará?», «¿en los batzokis del PNV?».
La previsión de una suspensión de la consulta por parte del Tribunal Constitucional es asumida por el tripartito y, de hecho, algunos de los partidos comprometidos con la hoja de ruta de Lakua lo verían como una buena solución para la compleja situación a la que se han visto abocados por los estrictos plazos que se impuso públicamente el lehendakari. La prohibición, además, permitiría a PNV, EA y EB desarrollar algún tipo de nueva iniciativa de corte meramente retórico ante el Parlamento de Gasteiz, para alargar la situación hasta febrero del año que viene, momento en el que tiene que disolverse la Cámara y convocarse nuevas elecciones.
Otra de las posibilidades para que no haya consulta es que el Parlamento no respalde su convocatoria. En ese caso, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, se comprometió públicamente a «disolver el Parlamento y convocar elecciones en otoño».
Sin embargo, en estos días, tanto el presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, como el de EA, Unai Ziarreta, se han mostrado partidarios de que el lehendakari reconsidere esa posición y alargue los plazos para acercarse hasta el final de la legislatura. En la entrevista de ayer en «El Correo», Urkullu llegaba a afirmar que en la hoja de ruta del lehendakari «no se plantea que haya elecciones en otoño; se plantea gestionar una iniciativa institucional con sus variables» y mencionaba una serie de consideraciones, como diversas actuaciones judiciales, que deberían ser tomadas en cuenta. Ziarreta, por su parte, declaraba ayer que EA apuesta por «agotar la legislatura», puesto que hay «retos importantes» que «llevar adelante». Añadía que «intentaremos convencer al lehendakari para que se agote la legislatura». Además, fuentes del tripartito, recogidas por Europa Press, también señalaban que si el Parlamento no aprobaba la consulta las elecciones no serían en otoño sino a primeros de 2009, probablemente en febrero.
La lectura única no puede aplicarse a leyes que afecten al ordenamiento de las instituciones de la comunidad autónoma, al régimen jurídico de las instituciones forales, al régimen electoral o a derechos, deberes o libertades de la ciudadanía.
