Sin comerlo ni beberlo, Sebastien Gonzalez se ha convertido en el gran protagonista de este tramo final del Campeonato Manomanista. Su lesión muscular y el consiguiente aplazamiento de la semifinal contra Abel Barriola han centrado la atención durante los últimos días. Por todo ello, había una gran expectación para ver cómo respondía el de Azkaine al entrenamiento previsto para ayer al mediodía en el Atano III. Y lo cierto es que las noticias no pueden ser mejores.

«La mejoría del pasado viernes a hoy es muy notoria. Pensaba que todavía iba a notar dolor y no lo he sentido. He terminado muy contento el entrenamiento, mucho más satisfecho de lo que esperaba», reconoció el delantero de Aspe que ayer tuvo al hendaiarra Andoni Alberdi como sparring, bajo la atenta supervisión de Panpi Ladutxe y Jokin Etxaniz -en el apartado técnico- y la del doctor Txema Urrutia -en el apartado meramente físico-.

Además, las contundentes declaraciones de Gonzalez respecto al choque del domingo reforzaron todavía más el ambiente de optimismo tras la sesión de entrenamiento. «Todavía tengo algo de miedo, muy lógico en una lesión como ésta, pero me encuentro bien. El miércoles haré un ultimo entrenamiento y el domingo saldré a la cancha a darlo todo. No pensaré en si me duele más o menos, si estoy mejor o peor, saldré a ganar y punto», declaró de una forma sorprendentemente enérgica.

Consciente de que en la recuperación de lesiones musculares el ir paso a paso sin forzar demasiado es vital, el entrenamiento de ayer tuvo fases bien diferenciadas. Gonzalez saltó a la cancha con un nuevo vendaje en la zona afectada -el gemelo izquierdo- y, tras realizar un pequeño calentamiento, el de Azkaine comenzó a tocar pelota. El ritmo fue creciendo poco a poco y acabó moviéndose en la cancha a una buena velocidad.

Irujo pudo con Titín

Titín III acusó el cansancio provocado por los tres partidos que ha jugado en cuatro días y no pudo ganar contra Martínez de Irujo ayer en Tolosa. El de Ibero y Laskurain se impusieron por 22-15 a Titín-Eulate en un partido que apenas llegó a la hora de juego y que sirvió para cerrar la temporada invernal del Beotibar hasta el próximo curso.

Muy bien secundado en la zaga por Aritz Laskurain, Irujo impuso su mayor pegada a bote y su chispa en el juego de aire para irse del 12-10 al 12-18. El delantero navarro acabó el encuentro con 10 tantos, uno de saque, mientras que Titín acertó en 6 ocasiones, sin ningún tanto con la jugada inicial.