Alrededor de cincuenta familiares y amigos de presos políticos vascos partieron ayer hacia Bruselas en un autobús organizado por Etxerat, asociación que agrupa a los allegados de los represaliados, para llevar hasta el Parlamento Europeo y, de esta forma, también a los países que lo conforman, la denuncia de la situación que viven sus seres queridos en las prisiones españolas y francesas, y la que padecen ellos mismos como consecuencia de medidas como la dispersión penitenciaria.

A las 18.00 partió el autobús de Etxerat desde la estación de autobuses de Donostia, en Amara, con familiares que representan «la cruda realidad» que imponen los estados español y francés mediante sus políticas carcelarias. Así, a Bruselas han acudido familiares de varios presos vascos gravemente enfermos; de prisioneros a los que ya les han aplicado la condena de por vida por medio de la doctrina del Tribunal Supremo; allegados de deportados; de quienes han perdido la vida de familiares por la dispersión; y de ciudadanos vascos que han fallecido en prisión.

Llevar su denuncia a Europa

Según informó la asociación de familiares de represaliados políticos vascos, mediante esta iniciativa pretenden llevar a Europa la denuncia de «la continua vulneración de derechos» que padecen tanto ellos como sus allegados encarcelados.

Después de viajar durante toda la noche, el autobús llegará hoy por la mañana a la capital belga, ciudad que también acoge la Cámara europea. De entrada, la delegación de Etxerat tiene previsto llevar a cabo una comparecencia hoy ante los medios, a las 10.00, para dar cuenta del fin de su presencia.

Además, prevén mantener una larga serie de contactos con europarlamentarios, con juristas y representantes de agentes políticos y sociales, a los que también pedirán el compromiso de informar sobre la realidad que padecen sus familiares encarcelados. Etxerat sitúa como uno de los objetivos del viaje el de «interpelar» a Europa y hacer ver que dos de sus estados miembro, el español y el francés, son los responsables de esa cruda realidad.

También en defensa de los derechos de los presos vascos, el pasado viernes 19 personas se movilizaron en Mundaka y ayer fueron 32 los concentrados en el barrio donostiarra de Loiola.