Lakua presenta su plan para una consulta
La izquierda abertzale exige una transición real y democrática
El Gobierno de Lakua aprobó ayer su proyecto de ley de convocatoria y regulación de una consulta popular y el Ejecutivo español anunció que, si es apoyada por el Parlamento, recurrirá al Tribunal Constitucional y pedirá su suspensión. Pese a lo previsible del paso, el tripartito no tiene aún una posición común para responder a una prohibición de Madrid.
GARA | IRUÑEA
La izquierda abertzale valoró la comparecencia de Ibarretxe en una nota de prensa en la que expresa que advierte más objetivos electoralistas que otra cosa. En paralelo, reitera su oferta de solución al conflicto a través de un acuerdo plural que dé respuesta al derecho a decidir y a la territorialidad.
En esta línea, subraya que «este pueblo no necesita Plan Ibarretxe, este pueblo no necesita Plan López. Lo que necesita es un acuerdo entre todos los agentes políticos, sindicales y sociales de Euskal Herria; en concreto, un acuerdo político que reconozca a Euskal Herria, que supere la partición territorial y que abra las puertas a todos los proyectos, incluida la independencia».
Frente a lo expuesto ayer por los representantes de Lakua, la izquierda abertzale resalta que «éste es el modo de dar cauce al derecho a decidir de este pueblo, y eso es lo que la ciudadanía vasca debería reafirmar a través de la consulta popular». Y añade que «éste, y no otro, será el modo de solucionar el conflicto».
Al hilo de ello, este sector alude a unas declaraciones recientes del presidente del PNV, Iñigo Urkullu, en las que hablaba de una «segunda transición». «Estamos de acuerdo en eso -expone la izquierda abertzale-, porque todos estamos hablando del cambio político de un modo u otro. Y precisamente por eso creemos que ese cambio debe ser democrático», apunta.
«Maniobra electoralista»
En referencia concreta al contenido de la iniciativa de Ibarretxe, la izquierda abertzale la liga a los malos resultados electorales del PNV. Asegura que la «hoja de ruta» del lehendakari responde en última instancia a «la estrategia de fondo del PNV», que pasa por «alinearse con el proyecto de España, pero poniéndole celofán abertzale».
Entiende que es por ello por lo que ha recurrido a Loiola -uno de los borradores del santuario fue enviado por Ibarretxe a La Moncloa-, pero que en el fondo no se busca más que «escenificar una falsa confrontación con el Estado, con un objetivo claro: poder legitimar el fraude que quieren hacer a este pueblo. Exactamente lo mismo que hicieron hace 30 años: adornar el Estatuto de Gernika con bonitas palabras».
En la misma línea, la izquierda abertzale critica al PNV por intentar presentarse ahora como «agente para desbloquear la situación», cuando en realidad entiende que sólo buscar «fortalecer el `tercer espacio' que está perdiendo». «Todo esto no se nos hace nuevo, ni extraño, porque en la rueda de prensa de esta mañana [por ayer] hemos vuelto a ver la película de hace cuatro años», deja caer.
Por su formulación, advierte además de que la propuesta está diseñada para que el tripartito mantenga una doble «confrontación»: con el PSOE, por un lado, y con la izquierda abertzale, por otro. «Por eso, no podemos contemplarla más que desde un prisma electoral», añade.