La OCDE y la FAO prevén una década de precios caros para los alimentos
Los precios de los alimentos seguirán elevados durante la próxima década aunque los actuales récords no perduren, según el informe sobre perspectivas agrícolas publicado por la OCDE y la FAO. 22 países son «especialmente vulnerables» y la mayoría se sitúa en África. Indicaron que el riesgo es un aumento del número de personas que sufren hambre en el mundo, que en la actualidad está cifrado en 862 millones.
GARA |
«Como resultado de la dinámica entre suministro y demanda, las perspectivas sugieren que los precios de las materias primas alimentarias en términos nominales y a medio plazo se situarán sustancialmente por encima de los niveles que prevale- cieron durante los pasados diez años», aseguran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Si se comparan las medias de la próxima década con las de la década pasada, está previsto que los precios reales -precios nominales teniendo en cuenta la inflación- se incrementen en una horquilla que va desde menos del 10% en el caso del arroz y el azúcar, del 20% en el caso del trigo, cerca del 30% en el precio de la mantequilla, los cereales secundarios y semillas oleaginosas y en más del 50% los aceites vegetales.
La media de precios nominales de los alimentos entre 2008 y 2017 establece un incremento de los mismos del 20% para la carne de vacuno y porcino con respecto a los niveles de entre 1998 y 2007.
Los dos organismos internacionales ponen de relieve que el elevado precio de los alimentos seguirá afectando con más dureza a las poblaciones pobres especialmente en las zonas urbanas de los países con escasos ingresos.
La FAO precisa que 22 países, que mayoritariamente se sitúan en África, son «especialmente vulnerables debido a los altos niveles de desnutrición crónica superior al 30%), a una fuerte dependencia de las importaciones de productos derivados del crudo (100% en la mayoría de los países) y a las importaciones de cereales para su consumo».
Eritrea, Níger, islas Comoras, Bostwana, Haití y Liberia acumulan «estos tres factores de riesgo en proporciones muy elevadas», destacó la FAO, que completó la lista con Burundi, Tayikistán, Sierra Leona, Zimbabue, Etiopía, Zambia, la República Centroafricana, Mozambique, Tanzania, Guinea-Bissau, Madagascar, Malaui, Camboya, Corea del Norte, Ruanda y Kenia.
La FAO consideró que «para muchos países hay un grave problema para la seguridad alimentaria de muchos de sus habitantes».
Malas cosechas
Entre los factores que están detrás del alza de precios en los últimos años, el documento conjunto de la FAO y la OCDE menciona la sequía en algunas de las principales regiones cereales del mundo, aunque se trata de una causa transitoria. A ello se añade un empeoramiento de las cosechas, notablemente en países como Australia, la producción de agrodiesel, los cambios en la dieta de la población de los países emergentes, los flujos de inversión en los mercados de cotización de materias primas y los elevados precios del petróleo, que «impulsan al alza los gastos de producción».
El informe de ambas organizacione sugiere también que, debido a la situación de la oferta y la demanda, sería necesario recurrir a cultivos modificados genéticamente e insinúa que es necesario un replanteamiento de los programas de producción de agrodiesel por el daño que están ejerciendo en el suministro de cereales destinados a la alimentación del ganado y al consumo en general.
El precio del gasóleo de automoción, el carburante más demandado en el Estado español, continúa su escalada impulsado por la subida del petróleo y se vende a una media de 1,308 euros por litro, un 9,2% más que a principios de mayo, según los datos del último boletín petrolero de la Unión Europea difundidos ayer.
El precio de la gasolina sin plomo de 95 octanos se ha incrementado el 4,7% desde comienzos de mes y el litro se vende a una media de 1,228 euros. En lo que va de año el gasóleo de automoción ha subido el 20,9% y la gasolina, el 10,2%. Llenar un depósito de 55 litros de un coche diesel cuesta actualmente 71,94 euros, frente a los 65,89 euros de comienzos de mes y los 59,51 euros de principios de año. En el caso de la gasolina, repostar un depósito es 3 euros más caro que a principio de mes y 6 euros más que al inicio de año..
Al aumento experimentado por los precios internacionales de los carburantes y los combustibles atribuyó el Ministerio de Economía español casi toda la subida del IPC. La tasa de inflación armonizada (IPCA) de mayo dada a conocer ayer se sitúa en el 4,7%, la más alta desde 997. El aumento de cinco décimas se produce tras el descenso de cuatro décimas registrado en abril -el primero tras siete meses de subidas-, que situó la inflación armonizada, que mide los precios de forma armonizada con el resto de estados de la zona euro, en el 4,2%.
«Todos los países están sufriendo un shock inflacionista muy fuerte», afirmó el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, antes de atribuir esta tendencia sobre todo al aumento del precio del petróleo y de los alimentos. Abogó por la moderación salarial en la negociación colectiva como una de las medidas para atajar la situación.
COAG y las asociaciones de consumidores CEACU y UCE pidieron ayer doble etiquetado, funciones ejecutivas para el observatorio de precios y la aplicación del artículo 13 de la Ley de Comercio, para regular los márgenes comerciales de los alimentos básicos.
Explicaron que mientras que los precios en origen se han mantenido estables en los dos últimos años, la cesta de la compra se ha encarecido entre un 20% y un 30% y responsabilizaron a la concentración de la distribución de este encarecimiento de los precios en destino. Precisaron que siete grandes cadenas de distribución controlan el 80% de la comercialización en el Estado español.
