Las dudas sobre las perspectivas del proceso, alimentadas por la ausencia de progresos, se han multiplicado exponencialmente por el affaire de corrupción que afecta al primer ministro israelí, Ehud Olmert.

Oficialmente, la Autoridad Palestina (ANP) habla de una «cuestión interna» pero su presidente, Mahmud Abbas, ha dejado entrever que ya piensa en una etapa post-Olmert. «Negociaremos con todo Gobierno israelí comprometido con la paz».

Olmert, que calificó de «puñalada por la espalda» la petición de que dimita realizada por el ministro de Defensa, el laborista Ehud Barak, se aferra al cargo y pide el «beneficio de la duda».

No obstante, se da por hecho de que al primer ministro le quedan semanas, a lo sumo meses, de vida política. Todo dependerá del nuevo interrogatorio previsto a mitad de julio. De todas formas, y en caso de que se opte por elecciones anticipadas, éstas no podrían celebrarse antes de final de año -teniendo en cuenta el calendario parlamentario y el procedimiento-.

Según un sondeo publicado ayer, el 70% de los israelíes coincide en que Olmert debería dimitir y el 62% defiende elecciones anticipadas -están previstas a finales de 2010-.

Desde su misma formación, Kadima, la número dos y titular de Exteriores, Tzipi Livni, urgió a Olmert a que acepte primarias para su sustitución al frente del partido.

Aunque el primer ministro sobreviviera a esta crisis, «estará totalmente acaparado por cuestiones internas», advierte el politólogo palestino Wadie Abu Nassar desde Haifa. «De todos modos, Olmert no ha ofrecido nada a Abbas en estos meses, sólo buenas palabras», recuerda.

«En este contexto, negociar la paz es un bluff político y diplomático», coincide Efraim Inbar, profesor de política de la universidad Bar Ilan de Tel Aviv.

El analista palestino Zakaria Al-Qaq recuerda que el proceso nació muerto y advierte de que esta crisis podría servir de excusa para que EEUU e Israel certifiquen su defunción oficial.

Ataques diarios

Mustafah Barguti, líder de la Iniciativa Nacional Palestina (alMubadara) va más lejos y asegura que el certificado del deceso de Annapolis lo emitió el presidente Bush «durante su reciente intervención en el Parlamento israelí en la que expresó su apoyo incondicional a Israel».

El líder de la tercera fuerza política palestina recuerda que Israel ha realizado 1.650 ataques contra Gaza y Cisjordania desde la cumbre de Annapolis a finales de noviembre.