Desde que en agosto Teherán comenzara a bombardear supuestos refugios de guerrilleros del Partido de la Libre Vida en Kurdistán (PJAK) en la región montañosa de Qandil, es la primera vez que se producen ataques simultáneos de Turquía e Irán en Kurdistán Sur.

El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Kurdistán Sur, el general Yabar Yawar, señaló que «seis aviones turcos bombardearon varias zonas desérticas en las montañas de Jwarkurk -distrito de Sidakan, al este de Erbil- fronterizas con Irak, Irán y Turquía» Según Yawar, las bombas turcas cayeron sobre las localidades de Bany y Spidare y no se informó de que se hubieran producido víctimas.

El Ejército turco señaló haber «golpeado de forma contundente» 16 posiciones de la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en la zona de Harkouk.

Los bombardeos fueron calificados por el Estado Mayor turco de «intensivos», Las mismas fuentes consideraron un «éxito» la operación y destacaron que se había puesto «un cuidado extremo, como siempre, para no perjudicar a la población local».

Yabar Yawar agregó que la artillería iraní, por su parte, bombardeó las poblaciones de Razga, Shinawe y Maradau, situadas en los alrededores de la región de Yarawe, en la provincia de Suleimaniya.