Arranca la prueba eibarresa
Los escaladores, principales favoritos en la Euskal Bizikleta
La ausencia de la contrarreloj reduce el número de candidatos al triunfo de la prueba, que comienza hoy en Bakio
Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
En versión reducida por segunda vez, con mucho diente de sierra y sin contrarreloj. La Euskal Bizikleta comienza hoy con los escaladores como principales favoritos para suceder a Tino Zaballa en el palmarés.
Stefano Garzelli e Igor Anton aparecen en todas las quinielas para llegar el domingo a Arrate como vencedores. Siempre y cuando lo permitan equipos como Saunier Duval, Caisse d'Epargne o incluso Karpin-Galicia, que viene de conseguir grandes resultados en las últimas pruebas por etapas en las que ha participado.
Desde la implantación del UCI ProTour, del que quedó fuera, la prueba eibarresa ha visto reducida su duración, así como el cartel de participantes, del que se han caído muchos grandes nombres en los últimos tiempos. Pero la buena experiencia del pasado año ha devuelto la ilusión a los organizadores, que confían en repetir espectáculo. Un recorrido duro y la escasa duración de la prueba, que impide las especulaciones, invitan a confiar en que así sea.
También la lista de participantes, aunque sólo tres equipos ProTour -Euskaltel-Euskadi, Caisse d'Epargne y Saunier Duval- vayan a tomar la salida. Ocho profesionales (Barloworld, Acqua&Sapone, Karpin-Galicia, Tinkoff, Extremadura, Cerámica Flaimina, Andalucía-Cajasur y Contentpolis-Murcia) y dos continentales (Orbea-Oreka y Burgos Continental), se encargarán de que no importe demasiado, como viene sucediendo en otras carreras.
Todos ellos tienen por delante un recorrido corto y explosivo. La primera etapa, con salida y llegada y Bakio, incluye el ascenso a Sollube, a sólo quince kilómetros de meta. La de mañana, con salida y llegada en Agurain, parece la única propicia para la llegada al sprint.
La resolución de la prueba debería llegar el domingo, en los 150,7 kilómetros entre Eibar y Arrate, que incluye, además del final, los ascensos previos a Ixua, Udana y San Miguel.
Al quedar fuera del UCI ProTour, la prueba se vio obligada a reducir su duración a sólo tres días. El resultado fue una carrera espectacular, sin terreno para las especulaciones, que los organizadores confían en repetir este año.