La Ertzaintza quita la placa de «pana»
Lakua y el PNV avalan la orden de retirar el monolito a «Pana»
La portavoz del Gobierno de Lakua y el presidente del EBB defendieron ayer la retirada de la placa y monolito de homenaje a José Manuel Ariztimuño, «Pana», del parque que lleva su nombre en Hernani, ordenada por la Audiencia Nacional y ejecutada por la Ertzaintza. Miren Azkarate recordó que el Plan de Paz y Convivencia del tripartito incluye la retirada de símbolos que «sean dañinos para las víctimas». Iñigo Urkullu se apoyó en un acuerdo parlamentario.
GARA | GASTEIZ
La Ertzaintza retiró en la madrugada de ayer la placa y el monolito que el Ayuntamiento de Hernani dedicó hace 26 años a José Manuel Ariztimuño, Pana, militante independentista acribillado a tiros por la Policía española el 29 de marzo de 1981 en Gasteiz. La Policía autonómica cumplía así la orden dictada por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska, y avalada después con sus últimas declaraciones por el Gobierno de Lakua y el PNV.
Según informó el propio Departamento de Interior, la retirada se produjo de noche, sin que se registraran incidentes. La Audiencia Nacional ha encomendado también a la Ertzaintza el «garantizar que no vuelven a colocarse en ninguna forma gráfica imaginable». Además, el Ayuntamiento debe dar cuenta del cambio de nombre en el callejero.
La portavoz del Gobierno de Lakua, Miren Azkarate, preguntada por esta actuación, recordó que el Plan de Paz y Convivencia del Ejecutivo autonómico contempla la retirada de nombres y símbolos «que dañan a las víctimas o a sus familiares y acen- túan aún más su dolor». Azkarate puso el contrapunto de que todavía existen «en más de un sitio» símbolos del franquismo.
Su compañero de Gabinete y consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, prefirió presentar la retirada de la placa y el monolito como una orden que la Ertzaintza no podía incumplir. Personalmente dijo ser «más partidario de actuaciones para recono- cer el sufrimiento de las víctimas, de apoyo, homenaje o acercamiento hacia ellas, que cualquier otra actuación».
Sin embargo, el presidente del EBB, Iñigo Urkullu -que en las últimas legislaturas presidió la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara autonómica- avaló, como Azkarate, la actuación judicial, afirmando que la retirada «obedece a compromisos adquiridos en el Parlamento vasco y cumplimos con los compromisos adquiridos». Como ya hizo años atrás, la Cámara de Gasteiz decidió el pasado 5 de octubre apelar a los ayuntamientos a que hagan desaparecer de las calles de pueblos y ciudades los carteles, pintadas o pancartas que «ofendan y humillen la memoria de las víctimas del terrorismo».
26 años sin pedir su retirada
Se da la circunstancia de que la placa y el monolito dedicados a Pana han estado presentes en Hernani durante 26 años, tiempo en el que ningún partido ni ningún hernaniarra ha exigido su supresión.
Cabe destacar que en este cuarto de siglo no ha sido sólo la izquierda abertzale la que ha ocupado la Alcaldía de la localidad, ya que durante tres legislaturas (1991-1995; 1995-1999 y 2003-2007) ha sido el cabeza de lista de EA, José Antonio Rekondo, quien ha regido el municipio. En todos estos años, dirigentes del PSOE como José Morcillo, concejal durante más de dos décadas y actual juntero de Gipuzkoa, o José Ramón Chica también han ocupado cargos municipales, sin ni siquiera hacer mención a la necesidad de renombrar este parque. Como tampoco lo han hecho los tres concejales que el PP ha logrado en estas corporaciones.
Sin embargo, el secretario general del PSE de Gipuzkoa, Iñaki Arriola, valoró ayer por la mañana de forma positiva la retirada de la placa y el monolito y afirmó que «todo lo que suponga un arrope social al mundo de la violencia tiene que desterrarse de este país».
El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Juan Antonio García Casquero, lamentó, por su parte, que «se ha llegado a un estado demencial» cuando son las propias víctimas las que tienen que pedir la retirada de monumentos y calles dedicados a miembros de ETA, ya que, según defendió, es «algo moral» y una cuestión «de sentido común».
Denuncias
Por contra, Askatasuna denunció que «en los mismos días en que retira placas y monolitos que homenajean a ciudadanos vascos muertos por la represión, el PNV homenajea a una Guardia Civil que ha matado a ciudadanos vascos y que no han traído a este pueblo más que opre- sión, dolor y tortura».
Por su parte, Aralar exigió al Gobierno español y la Abogacía General del Estado que recurran el auto del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska que ordenó la retirada, puesto que es «una injerencia del Poder Judicial en las competencias del Poder Ejecutivo».
El diputado de ERC Joan Tardà denunció la «doble moral» del Estado, por ir contra la decisión de un ayuntamiento democráticamente elegido de «erigir un monumento a un ciudadano, hijo de esa población», mientras persisten «monumentos de homenaje a asesinos y genocidas» franquistas.
José Manuel Ariztimuño, «Pana», cayó muerto en Gasteiz, el 29 de marzo de 1981, en un tiroteo en el que intervinieron más de una treintena de policías de paisano. Fue herido de muerte y expiró en la acera contigua a la Gasolinera Goya, frente al Parque de la Florida. Sólo contaba con 25 años de edad.
La información ofrecida al respecto en el diario ``Egin'' e incluso las palabras del entonces comisario de la Policía española en Gasteiz traslucen que el encuentro entre los militantes vascos y los agentes, más que casual, fue una emboscada. Los testimonios coincidían en que la presencia policial en los aledaños del parque era muy fuerte antes de los hechos. Según la nota informativa ofrecida aquel día por el Mando Único de la Lucha Antiterrorista, un comando de ETA formado por cuatro personas se había dado cita en el Parque de la Florida, lo que conllevó a un tiroteo y una persecución contra los militantes vascos. Junto al vecino de Hernani, también se encontraba Miguel Lopetegi, «Mikel», que resultó herido al intentar huir de la Policía. Diez personas más fueron arrestadas en el marco de este operativo.
Nada más fallecer Ariztimuño, que era conocido entre sus amigos como «Pana» al proceder de una familia de panaderos, una ikurriña fue colocada en la acera en la que expiró. Se depositó en ella un ramo de flores en el que se podía leer «Gogoan zaitugu» y unos jóvenes pintaron en la propia acera «Herriak ez du barkatuko».
La muerte de «Pana» fue seguida de una operación de castigo contra Hernani. Su familia, por ejemplo, debió desistir en los intentos de celebrar funerales a causa de la masiva presencia policial. No obstante, en su pueblo se celebró una huelga general en protesta por su muerte y también le tributaron un homenaje.
Un año después, el Ayuntamiento le dio su nombre a un parque, que ahora, 26 años después, han arrancado.
GARA
El pasado sábado GARA daba cuenta de que Eloy Ruiz Cortadi, presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Galicia, recientemente homenajeado por el Parlamento de Gasteiz y el Gobierno de Lakua, tenía un pasado como guerrillero de Cristo Rey que todavía es recordado por numerosos vecinos de Ezkerraldea.
Ahora se puede comprobar que las tendencias ultraderechistas de Ruiz Cortadi no se limitan a los últimos años del franquismo. El actual presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Galicia fue una de las personas que en julio de 2006 protestó contra el proceso de negociación y la reunión entre representantes de PSE y Batasuna, con carteles de la asociación España y Libertad.
España y Libertad es una organización de extrema derecha, que defiende «la unidad de España», reclama la prevalencia del español y se manifiesta contra «el uso político de las lenguas autonómicas como instrumento de división». Promueve la reforma de las leyes electorales «para impedir que minorías que se declaran antiespañolas, decidan los destinos de la política nacional». Aboga por que las autoridades tengan en cuenta «la herencia cristiana y en especial la católica» y clama «contra la penetración del Islam». Propone, además, salvaguardar la identidad española del «multiculturalismo y el mestizaje». Su presidenta, Yolanda Couceiro, ha sido candidata del Frente Español y el Frente Democrático Español, y la revista «Kale Gorria» la identificó en 2002 como tesorera de Falange Vasca.
España y Libertad, a la que Ruiz Cortadi representó en la concentración de Donostia, ha denunciado al lehendakari Juan José Ibarretxe y a Josu Jon Imaz por mantener reuniones con miembros de la izquierda abertzale.
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha archivado la querella interpuesta por el colectivo Dignidad y Justicia (DyJ) contra el alcalde de Leioa, Eneko Arruabarrena (PNV), al destacar que ninguna resolución judicial acredita la militancia en ETA de Eustakio Mendizabal, «Txikia», y Txabi y José Antonio Etxebarrieta, a los que se dedican dos calles del municipio.
El instructor rechaza que el alcalde pueda ser imputado de un delito de «enaltecimiento del terrorismo» y «humillación a las víctimas» por no retirar el nombre de las calles, como solicitaba DyJ, argumentando que la consideración de militantes de ETA de los tres fallecidos responde a «un relato pseudohistórico» de la asociación basado en «meras apreciaciones de orden periodístico» y «sin base jurídica alguna». El juez insiste en que «para apreciar la pertenencia a banda armada, organización o grupo terrorista es precisa una resolución judicial firme que así lo declare» y si en este caso la hubiera habido, estaría afectada por la ley de amnistía de 1977.
Pedraz recuerda que la vía para quejarse de los nombres de las calles es la administrativa y no la penal.