El Tribunal Constitucional de Turquía se pronunció ayer contra la utilización del pañuelo islámico en los campus universitarios. Tras siete horas de deliberación, el tribunal explicó en un comunicado que ha aceptado la apelación de un partido opositor, que buscaba bloquear una enmienda aprobada por el Parlamento el pasado febrero que habría permitido a las estudiantes utilizar esta prenda, una decisión defendida por el Partido por la Justicia y el Desarrollo (AKP) pese a las críticas de los laicos, que consideran que mina la laicidad del Estado turco.

Para el Tribunal Constitucional, la reforma del uso del pañuelo islámico es contraria a los principios seculares de la Carta Magna y a los artículos que establecen el carácter laico del Estado y que no son enmendables.

A juicio del AKP, el derecho a llevar el pañuelo en la universidad es un asunto de libertad religiosa. Al defender la enmienda en el Parlamento afirmó que su prohibición, impuesta tras el golpe militar de 1980, contraviene la libertad de conciencia y el derecho a la educación.

La polémica revisión anulada ayer constituye uno de los principales argumentos de otro proceso judicial abierto en marzo, a instancias del fiscal del Tribunal de Casación, que pide la prohibición del AKP y cinco años de inhabilitación para 71 de sus miembros, incluido el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, por actividades antilaicas.

El analista y periodista Rusen Cakir señaló que «es seguro que este veredicto tendrá un impacto sicológico en el procedimiento de prohibición». En su opinión, el AKP «ha gestionado mal» el asunto del pañuelo islámico y se ha empantanado en una crisis política que podría llevarlo a su prohibición.