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CRíTICA | Rock

Pasión y fiesta en el veinte aniversario del Villa de Bilbao

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Pablo CABEZA

Semana movida en Bilborock con las finales del Villa de Bilbao y el concierto celebrado el viernes pasado, conmemorando el veinte aniversario del concurso. Con tanto bolo no se esperaba que la afluencia de público fuese notoria, pero Olimpic, Zea Mays y Yo Soy Julo César tuvieron el suficiente magnetismo como para llenar prácticamente el local, lo que convirtió la cita en una fiesta generacional y en un encuentro divertido, variado y excitante.

El concierto de los veinte años se planteó como una muestra en el tiempo y, además, con variedad estilística. Representando a la actualidad de calendario (aunque todos sonaron contemporáneos) actuaron Olimpic, de reciente creación, pero con sólidas expectativas de futuro; reflejando la etapa media del Villa y, de paso, contrastando el progreso y el tesón, el tiempo fue para Zea Mays y, por último, revisando el pasado se pudo reunir a unos desperdigados Yo Soy Julio César, ganadores de la primera edición del Villa en 1988 y celebrando, de paso, su 25 aniversario. Tres grupos que consiguieron convertir la sala Bilborock en una cápsula espacial cargada de sensaciones, buena música, actitud y con capacidad para viajar en el tiempo.

Con Yo Soy Julio César (Barakaldo, 1983) las primeras final comenzaron a colorearse con algunas crestas y chupas de cuero negro. Alguien les debió informar inadecuadamente, por lo que el pequeño grupo no aguantó ni tres canciones. También acudieron unos cuantos cabezas rapadas que, curiosamente y junto a sus compañeras post-punk, estuvieron cantando a los Héroes del Silencio que salían por megafonía durante la espera. Ellos y ellas se mantuvieron hasta el final, poniendo dinámica y un poco de caos al asunto en las primeras filas. Tal parece que asociaron el año 1983 a sus deseos, sin necesidad de confrontar el contenido musical. No obstante, lo que ofrecieron YSJC, una de las bandas eje de la movida bizkaitarra de los ochenta, fue un concierto de fuerte contenido nueva olero con grandes dosis de entusiasmo, sonido y disposición mod, por lo que cualquier aficionado podía disfrutar de pogo y saltos desde el escenario. De hecho, el sonido mod siempre fue sinónimo de empuje y los skinhead lo aprovecharon al máximo.

«Hemos tenido el tiempo justo para preparar las canciones que hemos tocado, ni una más», nos comenta Alfonso, alma y fino compositor del quinteto. Sonaron, entre otras, «Donde yo vivo», «El tiempo pasa sobre mí», «Hoy he visto una chica», «Olas negras», «No existen las tribus», «Tu estructura ósea», la canción más veterana de la noche, «Sinceramente», «En Bilbao», que contó con la ayuda a los coros de Roberto Moso y el vocal de Arde Asia, más los bises con «Nena tú lo sabes bien» y la inédita «Un enano en mi corazón», que quizá se grabe. Algo más de una hora impecable, repleta de himnos, de brillantes composiciones interpretadas por grandes músicos. El set resultó arrebatador, incuestionable.

Previamente el escenario fue para Zea Mays. Cuentan con una de las mejores secciones rítmicas del actual rock vasco: Rubén González y Asier Basabe. Lo mismo ocurre con su vocalista: Aiora Renteria, en la élite vocal y, además, Iñaki Imaz se ha convertido en uno de los guitarristas más versátiles de nuestra escena, rítmicamente es un coloso; no obstante, cuando busca notas sobre el mástil es pura imaginación de la primera a la sexta cuerda. Con esta base, y composiciones de honor, de perplejidad, el resultado no puede ser otro que excepcional.

El concierto lo abrieron los getxotarras Olimpic, en plena expansión, grabando disco y con especial pegada en los temas hipnóticos, de larga duración.

Ficha

Grupos: Olimpic, Zea Mays y HJo Soy Julio César.

Lugar: Sala Bilborock de Bilbao.

Fecha: Viernes 6 de junio.

Asistencia: Alrededor de 400 aficionados.

Motivo: Fiesta homenaje a los veinte años del Villa de Bilbao.

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