La bomba que explotó la madrugada del domingo en las instalaciones del diario «El Correo» en Zamudio contenía cinco kilos de amonal, según informaron ayer fuentes del Departamento de Interior de Lakua. El artefacto habría sido colocada en el interior de una mochila y activada por medio de un temporizador, según las mismas fuentes.

La explosión ocasionó cuantiosos daños materiales en la planta donde está ubicada la rotativa del diario, aunque sin herir a ninguna de los cincuenta personas que se hallaban trabajando en su interior.

La bomba fue colocada en el muro exterior de la parte trasera del inmueble que acoge las rotativas de este periódico del grupo Vocento. La onda expansiva destruyó un zócalo de hormigón de más de un metro de grosor que protege la fachada y derribó unos cuarenta metros cuadrados del edificio, así como parte del tejado del inmueble.

Concentraciones de condena

Periodistas y responsables de medios de comunicación se concentraron ayer al mediodía ante el Teatro Arriaga, en la capital vizcaina, en un acto al que también asistieron representantes de partidos como el PSE, PNV, PP, EB y de EA. Asimismo, asistieron al acto cargos institucionales como la portavoz de Lakua, Miren Azkarate; la presidenta del Parlamento de Gasteiz, Izaskun Bilbao, y el delegado del Gobierno español en la CAV, Mikel Cabieces, entre otros. Representantes de ELA, CCOO y UGT y el secretario general de la patronal vizcaina, Cebek, también se sumaron a la protesta.

Convocados por la Asociación de Periodistas Vascos y por los comités de empresa de BEPSA, encargada de la rotativa de «El Correo», los asistentes permanecieron en silencio durante cinco minutos, bajo un intenso aguacero. Al término de la concentración, se leyó un comunicado en el que se condena el atentado contra el periódico vizcaino y se proclamaba el «compromiso con las libertades de prensa y expresión, y con el pluralismo informativo».

El director de «El Correo», Juan Carlos Martínez, aseguró que la planta de Zamudio, donde también se imprimen diarios como «Marca» y «El Mundo», trabaja con normalidad a pesar de los destrozos causados por la bomba, y agradeció a los trabajadores de BEPSA su «compromiso» con el periódico.

Por su parte, el Ayuntamiento de Zamudio aprobó una declaración de condena con los votos de PNV, PSE y EB-Aralar, y al término del pleno se celebró una concentración de denuncia. El PEN Club también emitió una nota de condena del atentado.