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Una nutrida manifestación denuncia en Baiona el incremento represivo

Unas 1.300 personas se manifestaron ayer por la tarde por las calles de Baiona para denunciar el aumento de las medidas represivas, tanto en el Estado francés como en el español. Al concluir la manifestación, que contó con el apoyo de diferentes fuerzas y asociaciones, así como de más de 60 cargos públicos, Askatasuna intervino para afirmar que no permitirá que sus valores, como el de la solidaridad, sean tachados de delito.

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Iñaki ALTUNA |

«La repression n'est pas la solution», rezaba la pancarta portada por la representación de los más de 60 electos, catorce de ellos alcaldes, que apoyaron la manifestación celebrada ayer en Baiona en contra del incremento de las medidas represivas. Justo delante, abriendo la marcha, representantes de Askatasuna y afectados por esas medidas llevaron otra pancarta con el lema de la movilización: «Aski da. Mespretxutik onarpenera». Tras todos ellos, más de un millar de personas -1.300, según el recuento de los organizadores- desfilaron por diferentes arterias de la capital labortana, algunos portando fotos de prisioneros vascos.

La grave situación de presos y exiliados, el juicio de Madrid contra el movimiento pro-amnistía o el aumento de medidas judiciales como el bloqueo de cuentas fueron, entre otros muchos, los motivos de la convocatoria. La marcha partió a las 17.00 horas de la de la plaza Des Basques, para enfilar la avenida Paulmy hasta la rotonda de Saint Léon. Desde ahí, bajó hasta el río Errobi para, finalmente, entrar en Baiona Handia. Los manifestantes, tras recorrer casi en silencio la primera parte del recorrido, aprovecharon la llegada a las calles más comerciales, llenas de viandantes en ese momento, para romper en gritos contra la represión y en apoyo de los prisioneros vascos. «Euskal presoak etxera», «Ez, ez, ez, errepresiorik ez», «Amnistiarik gabe, bakerik ez» o «Jo eta ke, irabazi arte» fueron algunos de sus lemas.

Acto ante el Ayuntamiento

La manifestación concluyó ante el Ayuntamiento, donde fue recibida por la txalaparta. Desde el escenario habilitado para el acto político, en el que se podía leer un gran «Aski da», Garbiñe Eraso y Anais Funosas leyeron un texto en euskara y francés paras explicar los motivos de la movilización. Después de realizar un repaso de los numerosos ataques represivos lanzados por los estados francés y español, las representantes del movimiento pro-amnistía afirmaron que el propósito de la marcha era mostrar a ambos estados y a la clase política que Euskal Herria no renunciará a sus derechos, así como que «su política resulta estéril y criminal, pues sólo una solución democrática podrá dar fin al conflicto».

«No caigamos en la trampa de Sarkozy. Entre nosotros, nadie es sucio, ni contamina. Estamos decididos a luchar con dignidad, como cada día hacen los presos y exiliados», resaltaba el texto leído por Funosas y Eraso.

«No aceptaremos nunca, nunca, que los valores por los que luchamos, como los de la solidaridad, el respeto o la libertad, sean convertidos en delito», manifestaron los intervinientes, antes de ha- cer un llamamiento a los ciudadanos y a los diversos agentes a «romper el silencio y unirse a la lucha, cada uno según sus posibilidades y en su ámbito».

Agregaron que hay que organizarse, y multiplicar el debate y la movilización, con el objetivo de obligar a los estados a «respetar los derechos de este pueblo, para que pasen del desprecio a su reconocimiento».

A su juicio, aunque la política represiva en sí misma reconoce la existencia del conflicto político, se debe «reconocer la existencia de Euskal Herria, y respetar sus derechos y libertades».

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