MÁLAGA 2

TENERIFE 1

El Málaga ha llegado con el depósito en reserva al final de temporada. De parecer que tenía el ascenso asegurado hace unos cuantos meses, el equipo andaluz ha acabado jugándosela en la última jornada.

En la que también le tocó sufrir. El Tenerife no se jugaba nada, pero fue precisamente esa tranquilidad la que le permitió acogotar a un equipo que, muy presionado, tampoco necesitaba muchas ayudas. Y eso que el encuentro comenzó con un par de remates peligrosos de Calleja y Carpintero. Pero los canarios tampoco se quedaban atrás; su fuerte presión les permitió acercarse a Goitia con peligro y meter mucho miedo a la parroquia malacitana.

Conforme avanzaba el partido, aumentó también la insistencia del cuadro local, que acabó viendo la luz a dos minutos del descanso, cuando Antonio Hidalgo recibía un balón en profundidad para plantarse solo ante Raúl Navas y batirle con un disparo raso y ajustado al poste.

En la segunda parte, el juego perdió enteros por el cansancio de ambas escuadras, pero el Málaga disfrutó, y aprovechó, de la oportunidad para sentenciar el choque. Fue una mano de Juanma en el área, que de nuevo Antonio Hidalgo transformaba en el tanto de la tranquilidad.

Invasión de campo

A medio minuto del final, y cuando el choque parecía decidido, varios miles de aficionados saltaron al campo e incluso tiraron una de las porterías que los operarios tuvieron que reponer. El partido se reanudó diez minutos después. Y con emoción -relativa, porque el resultado de Anoeta era definitivo y el Málaga ya estaba en Primera-, porque Nino tuvo tiempo de anotar el gol de la honrilla para la escuadra chicharrera.