Los vecinos exigen que se dé un uso lúdico y social al palacio
Si los planes del gobierno de Iruñea prosperan, el palacio de Mendillorri se convertirá en la nueva sede del organismo público Sodena, donde además se prevé instalar un edificio contiguo y un parking subterraneo. Los vecinos denuncian «el expolio» y piden que se utilice para organizar actividades sociales.
Asier VELEZ DE MENDIZABAL
La noticia de la posible ubicación de la sede de la empresa pública Sodena (Sociedad para el Desarrollo de Navarra), en el Palacio de Mendillorri, y la construcción de unas oficinas anexas bajo las que se construirá un aparcamiento para 18 plazas de garaje ha creado gran malestar entre los vecinos de este barrio iruindarra, que critican que el edificio vaya a ser utilizado para «fines privados y comerciales», olvidando «las carencias dotacionales» que padece el barrio.
Según lo aprobado por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de la capital navarra a finales del pasado mes de mayo, el edificio, que fue comprado por Sodena en 2004, pasaría a albergar la futura sede de este organismo, de forma que la parcela dejaría de ser «de uso docente-cultural» para ser «de uso administrativo».
Pendiente de aprobar
Para hacer posible esta operación, el equipo de gobierno necesita sacar adelante la modificación del Plan Municipal, que no fue debatida en el último Pleno por no contar con los apoyos necesarios para ser aprobada. Por el momento, tanto los representantes de NaBai como los de EAE-ANV se han posicionado en contra, mientras que desde el grupo municipal de PSN argumentan que no ha tenido tiempo suficiente para estudiar el proyecto.
En ese sentido, los vecinos de Mendillorri denuncian que en su día el Ejecutivo que preside Miguel Sanz vendió el palacio a Sodena «a escondidas, sin hacer la subasta pública preceptiva» y, del mismo modo, señalan que mediante esta modificación ahora también pretende «apoderarse de todo el parque que lo rodea y construir un edificio adosado donde se albergará un gimnasio para que los disfruten los yupies de la empresa y un gran aparcamiento para sus todoterrenos de lujo».
Por ello, recuerdan al Gobierno navarro que tiene «la obligación de velar por nuestros derechos y preservar los terrenos circundantes para el disfrute de la ciudadanía».
En señal de protesta, los vecinos de este barrio de Iruñea ya han realizado dos concentraciones, en las que han participado cerca de 200 personas y anuncian diversas iniciativas para próximas fechas.