Los Países Bajos, en el banquillo de La Haya por la matanza de Srbrenica
La actuación de los soldados de los Países Bajos en la matanza de Srebrenica fue juzgada ayer en el Tribunal de La Haya. Supervientes han denunciado que los militares de los Países Bajos expulsaron a refugiados musulmanes a los que los serbios mataron.
GARA |
Los Países Bajos se sentaron ayer en la banquillo de los acusados del Tribunal de La Haya, donde supervivientes de la matanza de Srbrenica reclamaron justicia para sus allegados muertos tras ser expulsados de una base holandesa que tenía como misión proteger a los civiles que huían de los serbios de Bosnia en 1995.
«Yo sobreviví a la toma de Srbrenica. Estoy aquí por mi padre, Rizo Mustafic, ya que pienso que se cometió una injusticia contra nosotros», señaló Adma Mustafic, de 26 años, en esta causa civil iniciada por dos familias de supervivientes contra el Estado de los Países Bajos.
Rizo Mustafic era electricista en la base de Potocari, situada en las inmediaciones de Srbrenica, donde los soldados de los Países Bajos, bajo bandera de la ONU, tenían el mandato de proteger a los civiles que huían de las tropas serbias durante la guerra de Bosnia-Herzegovina (1992-1995).
«A mi padre no le protegieron, sino que le expulsaron», destacó Adma Mustafic. Su madre recordó que su marido era «un asalariado de los soldados de los Países Bajos y este proceso deberá mostrar por qué no fue evacuado con los militares holandeses».
Los soldados de los Países Bajos, provistos únicamente de armas ligeras, no impidieron la toma de Srbrenica por parte de los serbios el 11 de julio de 1995.
El otro denunciante, Hasan Nuhanovic, perdió a su padre, a su madre y a su hermano después de que fueran expulsados de la base. Ayer, explicó con gran detalle la situación en la que se encontraban las 20.000 personas que pidieron refugio a las puertas de la base de Potocari, mientras que unos 6.000 lograron acceder al interior de las instalaciones.
Inicialmente, los soldados de los Países Bajos dejaron entrar a los refugiados musulmanes, pero ante el elevado flujo de personas decidieron cerrar las puertas y el 12 de julio dejaron a los serbios de Bosnia evacuar a los musulmanes. Nuhanovic tenía entonces 27 años y trabajaba como traductor para los soldados holandeses.
«Me dijeron: `si quieres, tradúcele a tu familia que tienen que irse'. Mi madre lloraba, yo sollozaba. Los soldados holandeses estaban en la entrada de la base junto a los soldados serbios. Y vieron cómo separaban a los hombres y a los muchachos de las mujeres», relató .
La masacre de Srbrenica está considera como la peor matanza cometida en Europa desde la Segunda Guerra Mundial y fue calificada como «genocidio» por los tribunales internacionales.
Los serbios separaron a 8.000 hombres y muchachos musulmanes de las mujeres y los subieron a buses y camiones. Posteriormente, fueron ejecutados y enterrados en fosas comunes.