La radiografía de la situación sociolaboral expuesta ayer por el Consejo de la Juventud de Euskadi evidencia que si las condiciones laborales se han deteriorado en los últimos años para todos los sectores sociales, en el caso de la juventud ese deterioro es especialmente grave. En éste análisis se subraya que el mayor problema de la juventud es la precariedad. Dentro de la juventud, además, existen sectores concretos con los que esa precariedad se ceba especialmente, entre los que destacan las mujeres y los baserritarras.

Ante esta situación, los miembros de Euskadiko Gazteriaren Kontseilua denunciaron la incapacidad de los sindicatos para integrar en sus propuestas esta perspectiva y hacer así frente a la situación específica que viven los jóvenes. Asimismo, acusaron a la administración de permitir e incluso promover esa situación de precariedad estructural.

Y es que la realidad que se refleja en el informe del Consejo tiene muy poco que ver con el triunfalismo y la autosuficiencia de las que hacen gala los responsables del Gobierno de Lakua en sus campañas propagandísticas. Con lo que sí tiene que ver esa realidad, tal y como denunciaron los responsables del estudio, es con sus políticas. Para afrontar estos problemas, la juventud debe dejar de ser un señuelo publicitario o electoral y pasar a ser un activo social.