El presidente del Consejo de la Juventud de Euskadi, Jabier Delgado, destaca que «tenemos unas propuestas abiertas a debate con agentes de la sociedad, de la política y de la Administración». Para él, el problema «no es la falta del empleo, que hay más que nunca», sino que «la precariedad es la que ocupa el centro de todas las miradas y es la que hay que combatir de frente»

¿Por qué cree que es necesaria la unidad sindical?

Durante los últimos tiempos parece que las organizaciones sindicales han perdido parte de su representatividad y de su capacidad de organizar a las personas jóvenes. Muchos son los factores que inciden en este proceso, pero creemos que la mala imagen que acompaña a los sindicatos entre los jóvenes tiene que ver con la falta de unidad en las luchas que desarrollan. Les pedimos que conformen una unidad mayor que la actual, para actuar.

¿Y a los políticos y a las administraciones públicas?

A la Administración y a los responsables de las políticas de empleo les decimos que la solución no llegará a través de la promoción o creación de empleo. De hecho, hay más empleo que nunca y los jóvenes estamos más preparados que nunca. Lo que ocurre es que cada vez más el trabajo que hay es temporal y ofrece menos derechos y estabilidad. A Osalan y la Inspección de Trabajo les acusamos, por la falta de cumplimiento de sus deberes, y por su dejadez. Son responsables de la proliferación de los contratos basura y gran número de accidentes de trabajo. Se tiene que abordar el tema del empleo con miras a una resolución eficaz de este tema, que a los jóvenes nos afecta mucho.

En su análisis citan a los jóvenes baserritarras y la pobreza existente.

Así es, porque la situación laboral de los jóvenes baserritarras es mala. Quien no tiene terreno es difícil que pueda dedicarse a ese sector. El precio del suelo en el mundo rural ha crecido más de un 500%. Y , desde luego, hay que intervenir porque dos de cada tres mujeres solteras y en desempleo con edad inferior a los 45 años vive en grave peligro de padecer una situación de pobreza y las jóvenes trabajadoras no perciben ni 1.000 euros al mes.

¿Como en los centros comerciales?

Así es. Trabajan poco entre semana y mucho los fines de semana. Son contratos muy flexibles, pero con bajos salarios que impiden su realización como persona.