«Tenía fe absoluta en subir con el equipo y los técnicos que había»
EX-PRESIDENTE de la real sociedad SAD
Juan Larzabal transmite su dolor por no conseguir el ascenso y porque el club ha dejado en los últimos seis meses el único camino que su experiencia le ha demostrado válido para la Real. Deja clara su convicción de que por ese camino la Real habría subido este año, recuerda que éste era el objetivo del Consejo que presidió, y expresa su seguridad de que podían cubrir su presupuesto y pagar ahora las fichas.
Joseba ITURRIA |
El presidente que entregó el testigo a Badiola se incorporó a la dirección de la Real el 30 de junio del 2007 y habla de lo vivido desde entonces tras los cambios realizados en el Consejo y de su nuevo proyecto.
¿Qué sensaciones tiene tras lo sucedido el domingo?
Me siento muy dolido por no lograr el ascenso y apenado porque entendíamos que el camino que marcamos a principio de temporada era el único que le puede servir a la Real para recuperar sus señas de identidad y lograr los objetivos deportivos, económicos y sociales que debe perseguir.
¿Qué piensa cuando se le culpa a usted de la situación actual?
Yo he intentado con un esfuerzo importante y desinteresado procurar que la Real entrara en una dinámica de lograr el ascenso lo antes posible a través de una vía sostenible en el futuro. Tenía fe absoluta en que con el equipo y el cuerpo técnico que había se podía subir. El rendimiento deportivo fue mejorando y desde que convocamos elecciones y hasta que dejamos el club tuve la suerte, porque no es mérito mío, de que se sumaron tres triunfos y tres empates y la tendencia era muy positiva. Pensábamos en el ascenso y teníamos claro que una vez conseguido tendríamos recursos para reforzarnos para jugar en Primera sin recurrir a más endeudamiento porque el equipo iba a tener un nivel de coste inferior a los ingresos que iban a llegar ya que hicimos un ajuste importante este verano del 30% de gastos. Había bastantes probabilidades de presentar un superávit en la siguiente campaña en Primera.
¿Qué piensa cuando escucha a Badiola y Antoñana decir que su proyecto era subir en tres años?
Nuestro objetivo era ascender este año y queríamos hacerlo conciliando el ascenso con la creación de valor para el club a través del crecimiento de los jugadores de la cantera. Lo de que queríamos subir en tres años y no en uno no se ha podido escuchar a nadie del Consejo. Desde el primer momento, y hay un documento que se leyó, se dijo que el objetivo claro era subir este año. Yo dije en varias ocasiones que una segunda temporada en Segunda no implicaría la desaparición, pero sí consecuencias negativas y que era muy importante subir ésta. Era el objetivo y así lo trasmitíamos en nuestra relación con el director deportivo, el entrenador y la plantilla. Decir que el Consejo quería subir en tres años es una manipulación y no es verdad.
¿Y cuando lee que «se han ido de rositas dejando telarañas»?
Pero a 31 de diciembre teníamos muchos más activos ocultos que pasivos ocultos, en referencia al valor de los jugadores. A modo de ejemplo, todos los jugadores de cantera como Riesgo, Mikel González, Prieto, Elustondo, etc., no se contabilizan y aparecen como un valor cero en el balance cuando tienen en el mercado un valor muy superior.
Por contra, pendientes de conocer el contenido del famoso y carísimo informe de la due diligence, que Badiola injustificadamente ha sustraído del conocimiento de los accionistas, no hay constancia de la aparición de pasivos ocultos y ninguno de esos cambios de criterio corresponden a nuestro semestre. Por lo que le escuchaba a Badiola sobre temas gravísimos que aparecían, creía que iba a decir cuanto se había llevado cada presidente. En mi caso me tiene que salir dinero a cobrar... Si no, está mal hecha. Estar en el Consejo de la Real te reporta una pérdida de salud, dinero y amistades... Bastante es eso como para consentir, encima, que nadie mancille tu nombre.
¿Con su gestión se habría llegado con riesgo de bajar a Segunda B por no pagar las fichas en junio?
No. Y sería importante que los accionistas tuvieran una visión actual de la situación económica del club. Haría falta lo que no se ha proporcionado, una cuenta de resultados de los últimos seis meses de gestión. Una relación de ingresos y gastos desde el 4 de enero no analizados en la due diligence. Si es cierto lo que se ha publicado, como así lo creo, hay cantidades disparatadas de gasto y no hay generación de ingresos más que una medida que ya contemplábamos. Podíamos haber realizado antes del 31 de diciembre la venta de la tienda de la calle Txurruka, con la diferencia de que nuestra intención era trasladarla a Anoeta, lo que ahorraba los 180.000 euros anuales que se pagan ahora como arrendamiento. Pero, como habíamos convocado elecciones y parecía que íbamos a nadar en la abundancia con los ingresos desde China que Badiola prometió, preferimos que los nuevos gestores decidieran. Y estoy convencido de que podíamos haber cerrado este ejercicio sin déficit y, desde luego, sin peligro de bajar por impago.
¿Qué espera de la Junta de hoy?
Me gustaría ver una transparencia que hasta ahora no hay para que los accionistas pudieran decidir con los elementos de juicio suficientes sobre la gestión de este Consejo. Y el que siga pensando que la propuesta de Badiola es la mejor para la Real que actúe en consecuencia y el que en el minuto 90 de este partido llegue a la conclusión de que lo que se transmitió en el minuto cero, cuando vender ilusión era fácil, no se ajusta a la realidad de los hechos acontecidos y se sienta engañado lo admita con naturalidad, y que también actúe en consecuencia.