Eurocopa Los germanos se medirán con Portugal y Croacia luchará frente a Turquía en cuartos
Alemania baila mejor el vals vienés que el tango cordobés
Cayó la segunda anfitriona en un choque en el que un protagonista Mejuto expulsó a los dos entrenadores
Natxo MATXIN | IRUÑEA
Sin grandes alardes sobre la pista, Alemania demostró treinta años después que, pese a danzar en escenario hostil, se maneja mejor con un vals vienés que con un tango cordobés. A diferencia de lo que ocurriera en el Mundial de 1978, donde Austria bailó y eliminó a los teutones -defendían el título- en la ciudad argentina de Córdoba, ayer los germanos tiraron de practicidad y se plantaron en cuartos, donde tendrán un duro compromiso ante Portugal.
De hecho, y aunque ayer no era un día para apaños, repitieron el exiguo marcador que ambas escuadras ya firmaran en el «tongo» de El Molinón del Mundial 1982, donde se pusieron de acuerdo para materializar un 1-0 del lado germano, que dejó a Argelia compuesta y sin pase.
Un obús de Michael Ballack a saque de una falta indirecta fue todo lo que le hizo falta a los alemanes para hacerse con las riendas del choque y de la clasificación. Fue lo mejor del lado teutón, así como las apariciones de un Podolski al que recluirlo en banda izquierda no le impide ser el más peligroso en ataque.
Como era previsible, los otros anfitriones que aún quedaban vivos también vieron frustrado su pase a cuartos. Austria sólo aportó un juego muy agresivo, rozando algunos de sus jugadores incluso la expulsión, pero su candidez y falta de calidad en los metros finales les envió al cadalso de la eliminación.
Tampoco Mejuto González quiso dejar de ser protagonista y, con una decisión sin precedentes en un envite de tal calado, expulsó a los dos entrenadores en el 41 por una leve discu- sión entre ambos, consiguiendo así su minuto de gloria el colegiado asturiano.
El mejor premio para Klasnic
Después de superar sus complicadísimos problemas renales -rechazó en primera instancia un órgano de su madre y ahora vive gracias al que le donó posteriormente su padre-, Ivan Klasnic obtuvo el mejor premio en su regreso a la titularidad con la selección croata marcando el único gol con el que los dálmatas derrotaron a Polonia y certificaron ser los más fuertes en el grupo B.
Pretendido por varios equipos, entre ellos Osasuna, el delantero balcánico, que abandona la disciplina del Werder Bremen acusando de negligentes a los servicios médicos de este club, se aprovechó muy bien de una de las incontables subidas por banda izquierda de Pranjic.
Con un once repleto de teóricos suplentes, la escuadra arlequinada no bajó para nada el nivel de anteriores compromisos y, jugándole al contragolpe a los polacos, demostró que atesora un buen número de quilates también en la recámara.
En esta cita Leo Beenhakker no ha podido dejar impreso su sello, como ya hiciera con las selecciones de Arabia Saudí y Trinidad y Tobago. Demasiado atenazados por la dificultad de la hazaña, los suyos saltaron agarrotados y fueron cediendo a medida que avanzaba el partido.
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Aunque no marcó, Lukas Podolski fue el mejor de su equipo. Pese a que el overbooking de atacantes -Mario Gómez y Klose- lo obliga a jugar en el carril izquierdo, el delantero del Bayern es quien más claras tiene las ideas en ataque.