Jon Urruxulegi Escritor
Libertad sí, pero para todos
Me niegas el derecho a la defensa de mi identidad. Tienes el valor de proclamar que en Euskal Herria no existe problema de derechos culturales y lingüísticos. Me niegas a mí y a cientos de miles de ciudadanos vascos como yo los derechos más elementales por la filofascista argumentación de que ETA mata
Leí en el «El Diario Vasco» un artículo de Joseba Arregi y seguidamente envié a ese medio esta opinión sobre dicho artículo con la petición de que fuera publicada, pero me negaron tal posibilidad y, en cualquier caso, quisiera hacer pública mi respuesta a Joseba Arregi.
Me refiero, Joseba, a tu artículo del pasado día 9 de junio, titulado «¡Es la libertad!». Lo he leído tres veces y finalmente he sentido miedo, horror. Quería pensar que tú no eras del mismo grupo detenido por la Guardia Civil en el cuartel del Antiguo, donde fuimos torturados en nombre de la legalidad, donde tú dirigiste el rosario que el cabo Losada os obligó a rezar por el alma del también guardia civil Pardines y que al final del mismo yo pedí rezar un padrenuestro por el alma de Txabi Etxebarrieta y el mismo cabo negó la oración por tratarse, según él, de un terrorista. Mi observación de que Txabi también tendría alma por la que pedía rezar no sirvió para nada. Pero tú tampoco levantaste la voz pidiendo una oración por el alma de Txabi.
Decía que he sentido miedo al leer tu artículo por el tono de las gravísimas afirmaciones que normalmente son manifestadas en situaciones de política institucional de terror por quien se sabe protegido por la ley con total impunidad. Me incluyes en un «pueblo más imaginario que milenario». Me niegas el derecho a decidir porque se trata de un «derecho a decidir tan abstracto y tan vacío que no tiene cabida en legalidad alguna». Me niegas el derecho a la defensa de mi identidad. Tienes el valor de proclamar que en Euskal Herria no existe problema de derechos culturales y lingüísticos. Me niegas a mí y a cientos de miles de ciudadanos vascos como yo los derechos más elementales por la filofascista argumentación de que ETA mata. Leyéndote pienso que me consideras un ciudadano castrado mentalmente, sin capacidad para pensar, reflexionar, razonar, exponer ideas, no sujeto de derechos humanos reconocidos universalmente. Pienso que cuando has escrito el artículo más has demandado el apoyo intelectual de un sector de la sociedad vasca que nunca ha condenado los innumerables asesinatos perpetrados en décadas, en siglos, en nombre de esa libertad que parece que tú defiendes en ese innecesariamente super agresivo y panfletario artículo. España ha sido para Euskal Herria una máquina de matar, encarcelar, usurpadora de la historia legítima nuestra. Y tú haces abstracción de la tiránica historia criminal de España hacia los vascos cuando juzgas las muertes de ETA. Eres libre de juzgar como tu conciencia te dicte, algo que yo no puedo debido a esa antidemocrática Constitución española y la Ley de Partidos, que intuyo son de tu agrado. Sopesando la criminal trayectoria del Estado español en relación a Euskal Herria (conquista de Vascongadas por Castilla, 1200; Noain , 1521; derogación de los Fueros, 1841; franquismo, sólo en Nafarroa 2.789 asesinados, el «Libro Negro del Euskera») me permito preguntarte si no te parece que la organización ETA es un simple coro de ángeles, no lo afirmo, te pregunto, un quiero y no puedo que un considerable sector social vasco parece que apoya incondicionalmente. Diríase que se trata de una organización armada que a criterio de no pocos es consentida por los mismos que la condenan con violencia verbal, pero que causan la impresión de que un «terrorismo de baja intensidad» conviene a sus intereses.
Estimado Joseba, los bandazos intelectuales de permanente incoherencia restan credibilidad a su ejecutor, y si además se manifiestan con la violenta oratoria que desde hace algún tiempo te caracteriza, hacen de su autor un intelectual desnortado, náufrago en la mar social agitada. Quisiera leerte y llevarme la impresión de que has escrito con pausada inspiración, con argumentación sopesada y criterios más consistentes. Te diré que el tan fogoso artículo de marras no necesita una brillante réplica para reducirlo a simple verbosidad, si se aborda con criterio dialogante. Seguro que has halagado oídos que de ninguna manera están dispuestos a implantar libertad y democracia en Euskal Herria. Un abrazo.