Yo entonces tenía 17 años. Aquel 8 de julio de 1978 acudí a la salida de los toros y me encontré con el follón en la plaza. Respondí como la mayoría de la gente, manifestándome para mostrar mi indignación. Tres jóvenes nos colocamos detrás de un coche, en la calle Roncesvalles, porque la Policía empezó a disparar. Germán gritó que nos levantásemos, que aquellas balas eran de fogueo, que no eran de verdad. El y yo nos levantamos a la vez. Una de las ráfagas nos alcanzó a los dos. Yo le vi caer al suelo y a la vez sentí un quemazo en el brazo. Me agarré el brazo y me quedé mirándole. Todavía recuerdo aquella imagen. Germán tenía un tiro en la cabeza. Se lo llevaron en un coche y al poco vinieron a por mí y me metieron en el mismo coche. Casualmente, yo trabajo ahora con el conductor de aquel coche que nos llevó al hospital».

Este es el testimonio de Mintxo Ilundain, testigo directo de lo que ocurrió hace 30 años cerca de la plaza de toros de Iruñea, cuando un disparo de la Policía española acabó con la vida de Germán Rodríguez. Mientras muestra las cicatrices del balazo que le atravesó el brazo, admite que entonces estaba convencido de que «los culpables de aquel crimen iban a ser condenados», pero treinta años después reconoce que no ha sido así. «La memoria es hermana del tiempo. Muchas veces nos preguntan a ver qué hicimos ayer o la semana pasada y no nos acordamos, pero esto ocurrió hace treinta años y nos acordamos muy bien de lo que pasó entonces», comenta Mintxo Ilundain.

Cada 8 de julio acude a la estela de recuerdo a Germán para rememorar unos hechos que, sin duda, han marcado su propia forma de ser. «Son emociones que se recuerdan muy directamente, y que incluso pueden forjar la base de nuestra personalidad. Nosotros sentimos nostalgia, miedo, y en cambio las autoridades, los responsables de lo que ocurrió -añade-, quieren que se olvide sin reconocer la verdad. Los autores de aquellos hechos no han sido condenados, y quizás hasta fueron recompensados. El pueblo sabe realmente quiénes fueron y ya los condenó. El derecho a recordar no figura entre los derechos fundamentales de la ONU, pero debemos reivindicarlo y ponerlo en práctica, no para repetir el pasado sino para evitar que se repita. Debemos olvidar el olvido y recordar el pasado». En la actualidad, trabaja de bombero en Iruñea, pero también es uno de los 25 pintores que han colaborado en una exposición conjunta para reflejar, cada uno a su manera, aquellos sanfermines de 1978. Son pintores y pintoras de tres generaciones, a los que se han unido los textos de otras 22 personas o grupos de escritores. La exposición podrá visitarse en Kultur Etxea de Burlata hasta los primeros días de julio.

«No debemos contentarnos con esto»

Uno de los 25 artistas que ha colaborado en esta exposición es Xabier Morrás, quien ayer agradecía, junto a su obra, «la constancia, el cariño, el tesón y el amor» que los miembros de la iniciativa popular Sanfermines 78 Gogoan han puesto durante estas tres décadas. «En aquellos años yo veía a Germán como un compañero y ahora lo veo casi como un hijo. Cuando he estado pintando su retrato -recordaba Morrás-, estaban pensando que podía pintar perfectamente el retrato de un hijo de cualquiera de nosotros».

A su juicio, se trata de una exposición «muy hermosa, acompañada de textos también muy hermosos», pero considera que éste debe ser «el punto de partida o el boceto de algo que debemos hacer de cara al futuro». Y lo explica: «No podemos contentarnos con una exposición y unos textos, que aunque son muy dignos, creo que es algo limitado. Tenemos que ser mucho más ambiciosos, y cada dos o tres años abordar un gran acontecimiento artístico en el que colaboren escritores, poetas y artistas plásticos, quizás músicos, y a lo mejor plasmarlo todo en una gran publicación. La memoria histórica es una labor que recae en todos nosotros, escritores, periodistas y artistas. Frente al dato objetivo y riguroso del historiador, el arte debe aportar pasión, fuerza, entusiasmo y creatividad».

Las obras de la exposición han sido reproducidas en una colección de postales. También está a la venta una camiseta con el logotipo de Sanfermines 78 Gogoan y una reproducción de la estela de Germán.