La Diputación vizcaina invertirá 80 millones de euros en el periodo 2008-2011 para la mejora de la red de carreteras, especialmente en los 32 puntos de más alta accidentabilidad que tienen contabilizados los técnicos de Obras Públicas. Este programa se incluye en las actuaciones extraordinarias que va a acometer la institución foral dentro del plan interinstitucional para frenar la desaceleración económica en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Serán 86 actuaciones para mejorar la seguridad vial, entre las que se encuentran obras en la intersección de la N-636 con la BI-3333, en Abadiño; en Zornotza, en la N-634; la reforma de la BI-631 entre Mungia y Bermeo; o en la BI-2121 entre Mungia y Muxika; además de otros trabajos en puntos críticos de Derio, Arrankudiaga, Bedia, Bermeo, Loiu, Urduña, Sopuerta, Zalla, Zeanuri, Lemoa o Iurreta, entre otros.

Dentro de los 80 millones, dos estarán destinados a la corrección de puntos conflictivos para los motoristas, como son curvas peligrosas y firme con baches, y la colaboración de nuevos guardarraíles que preserven la vida de quienes conducen una motocicleta. Iñaki Hidaldo, diputado foral de Obras Públicas, aseguró que estudian los últimos quitamiedos que están saliendo al mercado, asesorados por los afectados.

Por otra parte, el Gobierno de Iruñea aprobó ayer en su Consejo de Gobierno un gasto de 12,2 millones de euros para señalización y pintura en las carreteras navarras y para la instalación, reposición, mantenimiento y elevación de barreras.

Además, el Ejecutivo declaró urgente la ocupación de bienes afectados por las obras para la ejecución en la AP-15 de un semienlace de entrada y salida desde la N-113 a Valtierra en dirección sur. Las obras, que tendrán un coste de más de dos millones de euros, prevén recrecer la calzada para que en caso de inundaciones en la N-113 por crecidas del río Ebro los vehículos puedan entrar en la autopista por el nuevo semienlace sin problemas.