Hace un par de semanas traíamos a estas páginas algunas de las actividades más relevantes de la temporada en la cordillera de Alaska. Pues bien, hay un par de ellas más que no quisiéramos pasar por alto por su importancia y aportación. Nos referimos a las escaladas realizadas por el trío japonés apodado como Giri-Giri Boys: Katsutaka Yokoyama, Yasuke Sato y Fumitaka Ichimura.

Para «abrir» boca, los alpinistas nipones firman un encadenamiento considerado histórico, en la montaña más alta de Norteamérica, el Denali (6.194 m): la conocida como cara Isis (grado 6 Alaska: M4, 5a, A1, 60º, 2194 m) y la vía directa eslovaca (6: 5b, 100º, 2743 m). Para ello necesitaron nueve días de duro trabajo, entre el 11 y 18 de mayo.

El día 11 comienzan la aproximación por el Southwest Fork, en el Glaciar Ruth. Ya están delante de la cara conocida como Isis, y pillan una elegante línea de nieve y hielo a través del contrafuerte rocoso que sale a la South Butress. Después de escalar esta sección, vivaquean en una confortable cueva de hielo. Pero el tiempo no les acompaña, y deciden parar y pasar una completa jornada metidos en la cueva.

Al día siguiente emprenden la marcha y llegan hasta la ruta Ramp (3: 55º, 2834 m), desde donde se dirigen hacia la Northwest Fork del Glaciar Kahiltna. Tras un buen empacho de metros de escalada, se ponen ante la verdadera base del Denali. Es 14 de mayo. Eligen la ruta directa eslovaca, una línea dura que, desde su apertura en 1984 por Adam-Korl y Krizo, sólo contaba con tres ascensiones. Son las siete de la mañana, y el trío japonés se mete de lleno en la ruta que les llevará a la cima. Tres jornadas después, se encuentran en la conocida arista Cassin (5: 5a, AI4, 65º, 2743 m).

Y todavía más

Los alpinistas nipones están a punto de conseguir su objetivo. Y lo logran, a pesar de que muchos escaladores que han intentado las secciones superiores de la cara sur del Denali, no demasiado técnica, se han quedado con la miel en los labios, ya que suelen llegar totalmente exhaustos a esas exigentes secciones. Los protagonistas de esta actividad, en cambio, tras más de 6.000 metros de dura escalada ininterrumpida, pisaban la cumbre el día 18.

Los Giri-Giri Boys han dejado más que asombrada a la comunidad alpinística, ya que el encadenamiento está considerado como la actividad más importante jamás realizada en la cordillera de Alaska. Y no es para menos: Los tres alpinistas se han embolsado la primera cara Isis y, como adelantábamos, han realizado la cuarta ascensión de la ruta directa eslovaca: casi 5.000 metros de terreno muy empinado y difícil.

Nada más finalizar esta nueva aportación, Yokoyama aseguraba que, a pesar de la dureza, han gozado mucho con la actividad realizada: «Para nosotros, lo más difícil fue descender la ruta Ramp, y es que realmente estaba muy peligrosa. Es una línea muy lógica para bajar, pero, al mismo tiempo, muy dura. La ruta que escalamos en la cara Isis fue muy bonita, aunque más fácil de lo que previamente esperábamos. Escalamos en ensamble toda la ruta, y a un buen ritmo. Finalmente, la ruta directa eslovaca nos ha parecido muy interesante, con buen hielo y roca sólida; definitivamente hemos gozado con la escalada».

No contentos con esta histórica escalada, el trío también se ha dejado ver en otras montañas de la cordillera. Intentaron la superfamosa Moonflower Butrees del Mt Hunter, pero no fue posible. En cambio, los nipones se hacían con la primera ascensión a la inescalada cara noreste del Bean Tooth (3.600 m). A la nueva vía la han bautizado Climbing Is Believing (6: 5c, AI5, M7R, A1+, 1250 m).

En definitiva, la cordada Yokoyama-Sato-Ichimura ha arrasado en la cordillera de Alaska con la actividad histórica en el Denali y una primera a la noreste del Bean Tooth. Vacaciones sobresalientes.