Un coche bomba mató ayer en el norte de Bagdad al menos a 51 personas e hirió a 71 más, según el último balance proporcionado por fuentes de los servicios de seguridad.

El vehículo estalló a las 17.30 hora local (16.30, en Euskal Herria) en el barrio de al-Hurriya, cerca de una estación de autobuses urbanos que unen las ciudades santas chiítas de Nayaf y Kerbala, precisaron las mismas fuentes y el Ministerio iraquí de Defensa. Las fuentes precisaron que varios de los heridos se encuentran en estado grave y que el elevado número de víctimas se debió al desplome de un edificio.

El de ayer es el atentado con más víctimas mortales ocurrido en Irak desde hace más de un mes, mientras que el Ejército estadounidense y el Gobierno iraquí se felicitan por la mejora de la seguridad en el país.

El 1 de mayo, 35 personas murieron y 76 resultaron heridas en un doble atentado en la ciudad de Balad Ruz, en la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad. En aquella ocasión, dos kamikazes, una mujer y un hombre, detonaron los explosivos que llevaban adosados al cuerpo con diez minutos de diferencia en medio de una boda en la que se casaba un prominente miembro de las milicias pro-gubernamentales de Sahwa, creada para luchar contra Al Qaeda. También ayer, la explosión de una bomba artesanal oculta en una moto mató en al-Soulekh, en el sur de Bagdad, a cuatro milicianos de la organización «Hijos de Irak», armada por Estados Unidos para para hacer frente a Al Qaeda.

Otro artefacto mató a un funcionario de la oficina del Consejo de Ministros, que falleció al estallar un artefacto en la plaza al-Nusur, en el oeste de Bagdad.