El presidente francés, Nicolas Sarkozy, defendió su firme voluntad de que el Estado francés vuelva a la OTAN si avanza la llamada «Europa de la defensa». En su opinión, la Alianza daría «un mayor lugar» a Europa.

Aseguró también que no pondrá sus fuerzas bajo el mando de la OTAN en «tiempos de paz» y su fuerza de disuasión nuclear seguirá siendo «estrictamente nacional». Hace dos meses, en la cumbre de Bucarest, Sarkozy ya anunció su intención de incorporarse a la OTAN.

En 1996, el entonces presidente, Charles de Gaulle, decidió salir de esta organización por diferencias con Washington.

Para el actual mandatario, «es la alianza entre los europeos y Estados Unidos, pero también es, y no se dice lo bastante, un tratado de alianza entre las propias naciones europeas».

Tras recordar que casi todos los socios del Estado francés en la Unión Europea son también miembros de la OTAN, remarcó que «estar fuera del mando militar alimenta una desconfianza sobre el objeto de nuestra ambición europea, especialmente, entre los estados de Europa oriental».

«Francia es un aliado independiente, un socio libre. Los principios fijados en su día por el general de Gaulle los hago míos. Francia conservará en todo momento una libertad de apreciación total y no colocará a ningun contigente militar bajo el mando de la OTAN en tiempos de paz», reiteró.