Tres de tres. Ese es el saldo victorioso de Croacia en la primera fase. Superó a la anfitriona Austria, dejó en evidencia las carencias de Alemania y redimió al sufrido Klasnic contra Polonia. Nueve puntos y la sensación de estar ante uno de los conjuntos que más fuerte puede pegar en el panorama internacional a corto y medio plazo. Hoy, a las 20.45 en Cuatro, sin ir más lejos, tienen la opción de plantarse en las semifinales en caso de derrotar a Turquía en Viena.

Croacia, destino turístico de moda, vuelve a cautivar a los aficionados al fútbol. Ya no sólo se habla de las playas de Split o de la renaciente Dubrovnik, los nombres de Modric, Kranjcar, Srna, Olic o Corluka han pasado a la primera plana. La Eurocopa los ha catapultado y su `torcida'-así se conoce también a su hinchada- lo celebra.

Junto a todos ellos, destaca el nombre de Slaven Bilic. Controvertido seleccionador y persona que no deja indiferente a nadie. Este ex jugador nacido hace 39 años en Split representa el nexo de unión entre las dos grandes generaciones de la ajedrezada. Por un lado, él fue parte del equipo que una vez recuperada la independencia, reconocida en 1992, se estrenó en un Mundial. Fue en 1998 y Croacia alcanzó un histórico tercer puesto. Ahora, Bilic entrena a un equipo donde buena parte de sus integrantes han dado el salto con él desde la selección sub 21. Entre ellos, el ya famosísimo Modric, sobre quien el técnico dijo que «sólo Kaká es mejor que él».

Claro, que ésta no es la única frase que ha dejado Bilic por el camino. Así, hace poco, soltó una frase tan lapidaria como la siguiente: «con un grandísimo respeto hacia las mujeres, he de decir que el fútbol es la cosa más bella del mundo». Todo, dentro de un perfil que se sale de lo habitual.

El padre del seleccionador fue profesor de económicas en la Universidad de Split y protagonizó un importante movimiento a favor de la independencia despertado en la ciudad de la costa dálmata en los setenta. Su hijo, además de futbolista es licenciado en derecho. Pero, sí por algo es conocido Slaven Bilic fuera del planeta balompédico es por su afición a la música.

Una vez retirado del fútbol en 2001, tras pasar por el Hajduk, Karlsruher, West Ham y Everton, el ex defensa pasó a formar parte de una banda heavy llamada Rawbau. Grupo que en los pasados meses ha compuesto la canción «Vatrino ludilo» -'Locura infinita'-, convertida ya en todo un himno entre la afición.

Así, el videoclip de la misma, en el que Bilic aparece con su guitarra Gibson explorer, representa todo un superhit entre los internautas croatas.

Esta pasión también ha ocasionado polémica. Tras no practicar un buen juego ante Austria, Bilic quiso animar a sus chicos con música e hizo sonar la del grupo «Thompson» -en honor al fusil que utilizó su cantante durante la guerra- cuyos conciertos no están permitidos en varios países.

Bilic se defendió diciendo que el cd era de un jugador, Srna es fan confeso, y apostó por poner a Metallica después de ganar a Alemania. Ahora, queda saber que pinchará `Dj Bilic' si ganan, esta noche a los otomanos.