Por fin puede decirse que ha arrancado el proyecto de la Real para su segunda temporada en la categoría de plata. El primero en llegar, o más bien en confirmar su continuidad, es Juanma Lillo, que ayer firmó su renovación con el club txuriurdin.

El técnico ha alcanzado un acuerdo por una temporada, que podría ampliarse a una más en caso de que el equipo, esta vez sí, logre el ansiado regreso a Primera. Con ese objetivo llegó, precisamente, el tolosarra el pasado mes de abril. Al frente de la Real consiguió cinco triunfos, cinco empates y una sola derrota, resultados que no fueron suficientes para meter al equipo entre los tres primeros de la clasificación.

Concluida la Liga, tanto el club como el propio técnico -aunque se especuló con su posible marcha al Barcelona, de la mano de su buen amigo Pep Guardiola- dejaron abiertas las puertas a la posible continuidad, que ayer se certificaba.

A la Real le sigue faltando un director deportivo -el tantas veces mencionado Francis Cagigao sigue sin firmar-, el futuro de muchos jugadores sigue en el aire -aunque ayer se conocía que Gaizka Garitano, uno de los que acaban contrato, cambiará de aires-, faltan menos de tres semanas para que comience la pretemporada y la atención parece exclusivamente centrada estos días en la crítica situación económica e institucional del club, pero con la renovación de Lillo al menos pueden empezar a darse los primeros pasos de cara a la configuración de la nueva plantilla txuriurdin.