A la carretera! Este lema es válido para animar a las mujeres a participar en el alarde democrático del pueblo de Irun. Porque hoy, un año más, habrá dos alardes. El autobautizado «Alarde del pueblo de Irun», compuesto por hombres y del que se ha excluido por la fuerza a las mujeres -salvo las cantineras que dan la nota de color- y el democrático, en el que participan hombres y mujeres en pie de igualdad. Ambos de Irun, por mucho que el primero pretenda patrimonializar «el pueblo» como propio, tratando de paso al democrático de morralla. Pues aunque les jorobe, los dos son del pueblo y a las personas que viven y sienten el Alarde de San Marcial se les eriza del mismo modo el vello con la alborada, la diana, el desfile... y todo lo que rodea a este acto festivo.

Pero la diferencia entre uno y otro es enorme. El democrático, además de por su composición, es respetuoso con el discriminatorio. Nunca se ha visto a la gente partidaria de éste insultar ni agredir a la del otro, salvo algún empujón en legítima defensa, ni ocupar la calle en plan Fraga, ni «secuestrar» -con el prevaricador apoyo del alcalde del PSOE- la bandera y otros símbolos del alarde, ni... No sé lo que pasará hoy en las calles de Irun. Es de esperar que los insultos bajen de tono, no haya agresiones, no se arrojen botellas... Esperemos que se contenten con ponerse castigadas de cara a la pared, aunque alguna escaramuza que ha habido en los ensayos presagien otra cosa.

En este largo contencioso hay algo difícil de entender si no se tiene perspectiva histórica. ¿Por qué hay tantas mujeres y chicas jóvenes que están en contra de su participación en pie de igualdad con los hombres? ¿Cómo es posible que insulten con términos trasnochados machistas? La historia nos dice que cuando algunas mujeres han planteado avances para ejercer sus derechos -el voto, por ejemplo- los hombres, a través de lisonjas y una aparente admiración, han utilizado como cómplices a otras mujeres. A ésas a quienes su dependencia y baja autoestima les lleva a buscar, sobre todo, el reconocimiento de ellos.

En el saludo del General podemos ver con nitidez esta sibilina utilización. El texto no tiene desperdicio, merece leerse íntegro en www.alardedeirun.com. A pesar del intento, el uso del lenguaje en castellano es sexista, excluyente con quienes no piensan como él... y el párrafo que dedica a las mujeres ¡glorioso! «Sois las mujeres irunesas las que dais al Alarde su infinito valor con vuestra participación... desde las aceras al paso del Alarde...» Si eso les basta...

Las y los betikos esperan con ansia la Sentencia del TS. No se han enterado de que la justicia española puede ser todo menos Justicia y de que los derechos de las personas y los pueblos -cuando se trata del nuestro- se los pasa por el arco. Por esto, hasta es posible que ganen esa «batalla», pero lo que no van a ganar es la «guerra». Cada año hay más gente joven que se integra en el alarde democrático y... ¡ése es el futuro!