ANÁLISIS | EUROCOPA 2008
Confirmación y salto de calidad para unos, fin de ciclo para otros
Austria y Suiza se han convertido durante las tres últimas semanas en el centro de todas las miradas del fútbol mundial. La Eurocopa nos ha deparado un campeonato repleto de emoción en la mayoría de los partidos y en el que hemos asistido al éxito inesperado de algunas selecciones y al final de una etapa para alguna de las históricas.
Beñat ZARRABEITIA
La temporada futbolística ha vivido un emocionante epílogo con la Eurocopa. El campeonato jugado en Austria y Suiza ha hecho disfrutar de lo lindo a los aficionados. La dureza del curso, acumulada en las piernas de muchos jugadores, ha provocado que los partidos disputados hayan sido de lo más abiertos. Las remontadas han estado a la orden del día y los goles agónicos han dado la vuelta a muchos corazones.
Como en todos los torneos, a la hora de hacer el balance final, siempre hay equipos y jugadores cuya participación se salda con un mejor resultado, mientras que otros acumulan sonoros fracasos que les fuerza a un inevitable cambio de ciclo. Entre las primeras, las que han saboreado las mieles del éxito, están Alemania, España, Rusia, Turquía y, en menor medida, Croacia. La preocupación, en cambio, se ha instalado en Italia, Portugal y, sobre todo, Francia.
España rompe su maleficio y es campeona 44 años después, mientras que Alemania es fiel a su historia.
Jugaban los Luis Suárez, Gento, Marcelino, Pereda o Iribar cuando la selección española se proclamó campeona de Europa en 1964, en Madrid, ante la Unión Soviética. Ayer, más de cuatro décadas después, los hispanos se alzaron con el cetro continental. Lo han hecho jugando al toque y saliendo a la contra, los españoles han sido la mayor aparición competitiva del torneo. Una fórmula con la que ha acertado un Luis Aragonés, vilipendiado por medios y aficionados por no llevar a un Raúl que por cuestiones deportivas mereció estar -el de Hortaleza, en cambio, prefirió mantener el equilibrio del «ecosistema» de su vestuario-, que ha sabido dotar de un estilo a su equipo. Dentro del mismo, ha destacado el sórdido pero agradecido trabajo de Senna, el nivel del ex armero Silva durante todo el campeonato y las decisivas aportaciones de Villa y Casillas. Ahora, lo deja para dar paso a Vicente del Bosque y a nuevos futbolistas como Bojan Krkic.
En la final, tuvieron enfrente a Alemania. Un equipo que pese a las dudas iniciales -cimentadas en la derrota sufrida ante Croacia- supo sacar a relucir su carácter ganador en los momentos decisivos. En los cuartos, ante la Portugal de Cristiano Ronaldo, el equipo centroeuropeo supo jugar sus armas y mandó para casa a los de Scolari. En las semifinales, ante la batalladora Turquía, la igualdad fue reinante, pero una aparición final de Lahm fulminó a los de Terim.
La pasión turca, la revolución rusa y el orgullo croata.
Fatih Terim es un personaje controvertido. Su apariencia agresiva, a medio camino entre general y cantante de boleros, le otorga un plus de carisma. Una virtud que sabe explotar ante sus futbolistas. Así, a pesar de las numerosas bajas que han acumulado durante el campeonato, ha sabido convencer a su plantel de que no debían rendirse en ningún momento. Como consecuencia de ello, y con tres remontadas increíbles en su haber, los turcos se han plantado en semifinales. Allí, hicieron sufrir de lo lindo a Alemania en un encuentro con unas connotaciones más allá de las deportivas. Entre los jugadores otomanos más destacados han estado Hamit Altintop, el ex realista Nihat y el gran descubrimiento, el delantero Semih Senturk.
Guus Hiddink es uno de los mejores técnicos del fútbol moderno. Ya no caben dudas, su trabajo en el PSV y las selecciones de Corea del Sur, Australia y, ahora Rusia, así lo demuestra. El entrenador holandés supo darle la vuelta al adverso 4-1 del estreno ante España y logró meter a su equipo en cuartos. Allí, ya con Arshavin disponible, los rusos realizaron una demostración como pocas se recuerdan ante Holanda. Un fútbol deslumbrante que encumbró al propio Arshavin, además de poner en la órbita de los mejores a Zhirkov, Anyukov, Semshov, Semak o Pavlyucheko. En la semifinal, ante su bestia negra española, los de Hiddink no dieron el nivel y cayeron por 3 a 0.
La temporada del Zenit, con el título de la UEFA bajo el brazo, el crecimiento de la liga rusa -probablemente ya superior a los campeonatos de Holanda y Portugal-, la recuperación del lesionado Pavel Pogrebnyak y la renovación del entrenador hasta 2010 invitan al optimismo.
Sin llegar a ser semifinalista, por un minuto, Croacia también merece un apartado entre los equipos con sensaciones positivas. Los dálmatas desarbolaron a Alemania en la primera fase y dejaron una tarjeta de visita más que positiva. Guiados por el también carismático Bilic, la orquesta dirigida por Modric en el césped se encuentra ante un porvenir halagüeño. La calidad que cuenta en sus filas, acompañada de la magia que les da Eduardo da Silva -delantero del Arsenal ausente por una grave lesión- les coloca en una excelente posición para reeditar los éxitos posteriores a la independencia de 1992.
Finalmente, incluir a Holanda en el apartado negativo no sería justo, ya que fue la mejor selección de la primera fase. Entonces, practicó un fútbol fantástico, renunciando a la idea de Cruyff de jugar con extremos. Pero, Rusia le arrolló por completo en los cuartos.
¿Y las decepciones?
La campeona del mundo, Italia, no pudo pasar de los cuartos de final. La renuncia de Nesta a la selección, las lesiones previas de Totti y Cannavaro, junto con las sanciones de Pirlo y Gattuso para el partido ante España les pesaron demasiado. Eso y que jugadores como Perrotta o Aquilani no dieron un paso al frente. Todo esto le ha costado el puesto a Donadoni.
Así las cosas, Marcello Lippi, el técnico que consiguió alzarse con el título mundial en 2006, ya ha sido nombrado como nuevo entrenador de un equipo que también tendrá que rejuvenecerse. Aunque si hablamos de reconversión, Francia se lleva la palma en ese apartado.
Por el momento, se desconoce si Domenech seguirá al frente del grupo, todo apunta a que no, y qué ocurrirá con el futuro de gente como Henry, Vieira, Coupet o Sagnol, cuya permanencia en el equipo galo también es una incógnita. Quienes sí que lo dejan son Makelele y Thuram.
En cambio, quienes sí podrían regresar son Trezeguet, Flamini y Sagna, los tres descartes más polémicos de Domenech antes de la Eurocopa. Su retorno se enmarcaría dentro de un relevo generacional donde Benzema, Nasri, Ben Arfa y Toulalan deberán llevar la manija de la selección. Unos futbolistas que esperan no tener que afrontar una transición demasiado dura.
Por su parte, Portugal se postuló como un firme candidato en la primera fase, pero ante Alemania ofreció su versión más desdibujada y menos competitiva. Los constantes rumores sobre la posible marcha de Ronaldo al Madrid o el fichaje de Scolari por el Chelsea tampoco le ayudó en nada a un equipo que echó mucho de menos a un delantero centro de garantías. Por el contrario, en la parte positiva, a destacar la aportación de Deco, el buen sabor de boca dejado por Moutinho y la confirmación de Pepe.
Desmantelamiento griego y mala fortuna para los equipos anfitriones.
Después de su victoria en 2004 y su buen papel en la fase clasificatoria, Grecia esperaba algo más de su paso por la Eurocopa. Pero, su saldo es demoledor: 3 derrotas de 3 y el fin de una etapa. Rehhagel seguirá, pero la mayoría de jugadores abandonará la selección.
Por último, resaltar la mala fortuna de los anfitriones. Así, aunque cayó en la primera fase, Suiza mereció mejor suerte. Por su parte, Austria partía como victima propiciatoria y equipo más débil, pero la verdad es que dentro de su nivel dio la cara en sus tres partidos.