Tras estas fotografías hay frío, calor, lluvia, viento, sol abrasador, largas caminatas y muchas, muchas horas de espera. Detrás de las cámaras que han captado estas imágenes hay cuatro apasionados de la naturaleza, cuatro «locos» que suben montañas y rastrean playas y acantilados a horas intempestivas. Son Koldo Badillo (Urduña, 1958), Isabel Díez (Bilbo, 1966), Raúl Esteban (Barakaldo, 1972) y Asier Castro (Bilbo, 1975), y entre los cuatro acumulan más de trescientos premios internacionales en fotografía de la naturaleza. La sala Kutxa los reúne ahora en una exposición formada por cuarenta obras de gran tamaño (75 x 50 centímetros) y que lleva por título «Una costa, cuatro miradas».

«La costa vasca se podría tratar desde muy diferentes puntos de vista: deporte, pesca, puertos, sus gentes, etc. Nosotros hemos elegido el paisaje natural como temática común de esta exposición colectiva, porque, a pesar de la fuerte humanización que durante siglos ha sufrido nuestro litoral, admiramos los reductos salvajes que nos quedan y que para nosotros son fuente de inspiración visual», explica Koldo Badillo.

El estilo de estas fotografías no es el meramente documental. Los cuatro autores pertenecen al colectivo PortfolioNatural.com, desde donde tratan de defender y divulgar la fotografía de naturaleza como obra artística. «En la actualidad, este género está muy poco valorado comparado, por ejemplo, con la fotografía de tema social. Eso ocurre aquí, mientras que en lugares como Estados Unidos la fotografía de naturaleza goza de gran prestigio», explica, por su parte, Asier Castro.

En realidad, es un género mucho más complicado de lo que puede parecer. «Hay que caminar mucho y esperar horas hasta que se dan las condiciones para disparar. Dependemos de muchos factores ajenos a nosotros, como las condiciones climatológicas. Los que practicamos la fotografía de la naturaleza estamos muy relacionados con el medio: somos montañeros, biólogos, etc». Sus herramientas son la luz y la composición, pero siempre con el fin de intentar transmitir emociones. La costa vasca, según Castro, ofrece infinidad de posibilidades. «El Cantábrico te da los verdes de las algas en primavera, en verano el sol se mete por el mar y en otoño da espectaculares contraluces. Pero, con el auge de las cámaras digitales, cada vez hay más gente fotografiándola».

Además de realizar numerosas exposiciones, estos cuatro autores publican sus fotografías en revistas como «Euskal Herria», «Pirineos», «De viajes», «National Geographic Viaje» y en incontables libros.