Maite SOROA | msoroa@gara.net
A defender lo inexpugnable
Andan medio trastornados en su particular batalla contra el euskara y así les pasa que ven ogros donde sólo hay pellejos de vino.
Ayer Santiago González, en «El Mundo» dejaba sentado que «La primera medida del camino soberanista que el voto de PCTV abrió el viernes a Ibarretxe ha sido un decreto por el cual los comercios vascos deberán atender en euskara a la clientela en un plazo de entre uno y cuatro años». El objetivo, según González, es nítido: «Vivimos en tiempos de crisis y este decreto aumenta las posibilidades de trabajo del colectivo vascoparlante. Ah, los buenos tiempos en los que la Política Lingüística servía para colocar a los euskaldunes en empleos relevantes y de cierto prestigio social: funcionariado de la Comunidad Autónoma y las diputaciones, profesorado de escuelas y Universidad, médicos de Osakidetza, periodistas y técnicos de la Radio y la Televisión vascas, ertzainas y así. Ahora, agotado ya el campo de lo público, hay que meter mano al sector privado, y esto atenta contra las libertades». ¡Ay ama! ¿Contra qué libertades?se preguntarán los lectores. Atentos al argumento: «¿Quién le ha dicho a ningún euskaldun o catalanoparlante que el mundo exterior debe atenderle en la lengua que él prefiera?». Lo que está claro es que sí les han dicho que deben hacerlo en español. González, angustiado, busca un paladín que lo salve del euskaltegi: «¿Qué pensará de esto Patxi López? El secretario general de los socialistas es, para muchos ciudadanos vascos, la esperanza de librarse de la pesadilla que supone Ibarretxe en su horizonte». No será para tanto.
Y para concluir se refiere a unas reuniones PNV-HB en las que a Ollora le traducían al euskara. Así corona González su pieza: «El lehendakari aplica a los vascos el mismo desprecio de Floren Aoiz al peneuvista Ollora (...). Es asombroso que algunas organizaciones autonómicas del PSOE imiten las mismas posiciones respecto a la lengua y el desdén del batasuno navarro por la koiné. La vida es un tú la llevas, un endoso permanente. Patxi López, que quiere sustituir a Ibarretxe, debería aclarar ahora cúal es su posición en este asunto. Si quiere ser un lehendakari de todos los vascos y corregir los excesos nacionalistas o sigue teniendo como modelo a Maragall y sólo aspira a gestionarlos». Un botijo, por favor.