La mirada preocupada del exterior
Las últimas elecciones generales en el Estado español fueron una muestra más de un grave déficit democrático. No fueron las únicas en las que ha habido opciones políticas prohibidas, pero tuvieron la particularidad de ser escenario de la visita una delegación internacional que durante los días previos y el mismo de la celebración de los comicios tuvo ocasión de conocer diversas realidades de este país. Su cometido era realizar un informe sobre la situación que percibieron, para lo cual, además de contactar con diferentes agentes sociales y políticos vascos, los y las componentes de la delegación fueron testigos de situaciones habituales pero llamativas para el visitante. La delegación comienza las conclusiones de su informe mostrando su «profunda preocupación» por la situación que vive Euskal Herria.
Corporaciones municipales impuestas, testimonios y muestras de tortura y un sinfín de hechos represivos que se suceden con temible frecuencia no dan lugar a grandes dudas acerca de ese déficit democrático. Sin embargo, la visión de 18 diputados y diputadas, concejales, juristas, periodistas y miembros de asociaciones sociales de varios países europeos y de diferentes ideologías ha percibido esta situación de negación de derechos humanos y garantías judiciales o de criminalización por ideas. Resulta significativo que varios partidos políticos se negaran -algunos ni siquiera respondieron al requerimiento- a entrevistarse con la delegación, renunciando a aportar su visión de la realidad vasca, y clarificador que el informe recoja una apreciación sobre el gran obstáculo que suponen la manipulación y la desinformación a la hora de dar a conocer la naturaleza y pormenores del conflicto que padece este país.
No es ésta una cuestión menor, por eso adquiere especial valor el hecho de que la delegación pretenda llamar la atención de las instituciones europeas respecto a la situación e incluso proponga la creación de una comisión especial del Parlamento Europeo. Desgraciadamente, los poderes del Estado español no parecen muy interesados en mostrar todas las caras de la realidad.